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Gioconda Belli: "El sandinismo como tal está liquidado"

Entrevista | Gioconda Belli: “El sandinismo como tal está liquidado”

En esta conversación Belli habla de los comentarios en su contra en redes sociales, su polémico tuit sobre Fidel Castro y de dónde viene el odio de Rosario Murillo contra Ernesto Cardenal.

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Su entrada en la Coalición Nacional fue un boom en las redes sociales. La escritora no se esperaba esa reacción. Nos recibe en la oficina del PEN Nicaragua y todavía se le mira muy impresionada por la reacción de las turbas orteguistas en la Catedral de Managua, durante la misa de cuerpo presente del poeta Ernesto Cardenal.

En esta conversación Belli habla de los comentarios en su contra en redes sociales, su polémico tuit sobre Fidel Castro y de dónde viene el odio de Rosario Murillo contra Ernesto Cardenal.

¿Había estado en una misa de difunto que terminara como la de Ernesto Cardenal?
No, nunca. Fue un hecho sin precedentes en este país. Me acordé un poco del tiempo de Somoza que tenía unos grupos de choque que se llamaban “turbas nicolasianas”, que las dirigía una señora que se llamaba Nicolasa Sevilla. Pero esto es una dimensión mucho más grande. Fue muy chocante llegar a hacerle un homenaje a Cardenal de cuerpo presente y encontrarse de que habían invadido la Catedral obviamente con el deseo de boicotear la misa. Porque todos estaban con sus pañoletas rojinegras y además nosotros habíamos recibido una información donde les decían que los iban a pasar recogiendo por diferentes puntos y que se iban a reunir en el estadio. Entonces, todo fue calculado y eso es lo que más impresiona.

La dictadura decretó tres días de duelo nacional.
Ese doble discurso de declarar tres días de luto con ese comunicado diciendo que él (Cardenal) amaba al pueblo de Nicaragua y por otro lado actuar de esa manera.

En su libro La Revolución perdida, Cardenal cita muchas veces como lo boicoteaba Rosario Murillo. ¿De dónde nace este odio?
Creo que una persona que tiene ese esquema mental como el de Rosario Murillo, no necesita que le hagan nada para sentir odio. Es una persona incapaz de amar, es una persona incapaz de reconocer el mérito de los demás, es una persona que utiliza a la gente. Y la gente que no se deja utilizar le causa profunda incomodidad y así fue con todos nosotros. Fue quizás por su dimensión de gran poeta y por el respeto que le tenían todos los artistas que venían en ese tiempo. Allen Ginsberg, William Styro, Julio Cortázar o sea no había aquí ningún gran escritor que viniera a conocer la revolución que no pidiera conocer a Ernesto Cardenal. Eso para ella (Rosario Murillo) debió ser una piedra en el zapato.

¿Recuerda algún enfrentamiento entre los dos?
Recuerdo una reunión donde nosotros los escritores reclamamos porque después de un largo proceso de socavar al Ministerio de Cultura, finalmente Murillo convirtió a la Asociación Sandinista de Trabajadores de la Cultura en el Instituto de Cultura. Entonces nosotros nos quejamos porque era una asociación gremial que la transforman en un instituto del Estado. Un grupo de escritores nos reunimos y firmamos una carta y pedimos una reunión, pero no con Daniel Ortega sino con la Comisión Ejecutiva de la Dirección Nacional, y cuando llegamos a la reunión está Daniel Ortega, entonces Ernesto le dijo: “Nosotros no nos queríamos reunir con usted, porque usted es el marido de ella”. Ernesto no se retenía las palabras que iba a decir, era sumamente directo y esa es una de sus particularidades (ríe). Lo recuerdo viajando con él en Alemania. Cuando él no quería algo no había manera. Era bien cortante con los periodistas y con preguntas tontas que le hacían. Siempre tuvo una gran firmeza y no tenía miedo, y eso también fue un factor que lo hizo convertirse en una amenaza para Rosario Murillo.

¿Y qué decía el padre Cardenal sobre Rosario Murillo?
Que era loca. Eso decía él “es loca”. Que era malvada, pero él no gastó mucho tiempo hablando de ella. No se merecía que le dedicaran mucho tiempo.

¿Cómo ha tomado la muerte del padre Cardenal?
Era una muerte anunciada. Tenía 95 años, estaba muy frágil pero no es lo mismo pensar en la muerte que encontrarse con la muerte y ha sido bien triste. Es como un hueco grande que nos deja, él tenía una altura moral y ética a nivel internacional. Era muy importante tener su voz para hablar de Nicaragua, de lo que estaba pasando y personalmente pierdo un compañero de ruta, un ser que yo quería muchísimo, que conocí desde hace mucho tiempo y que lo admiro enormemente. Admiro su dedicación a la poesía porque él nunca dejó de estudiar sobre toda esta ruta que hizo del cosmos.

Llama la atención que cuando alguien ligado a la revolución hace algo saltan a criticarle.
Es un grupo de gente que tiene una intención política muy clara. La intención política tiene que ver con desacreditar personas. Son personas que han sido antisandinistas furibundas desde muchísimos tiempo antes o jóvenes que solo conocen lo peor del sandinismo. Yo a veces pienso que un joven de este tiempo ve el sandinismo como nosotros miramos el somocismo, o sea que no te ponés a analizar pero en el caso de Somoza no había nada que lo redimiera. Yo entré al Frente a los 20 años y lo mejor del Frente Sandinista se murió en el camino. En ese tiempo no te metían preso, llegaban a las casas de seguridad y te mataba. Nosotros tuvimos un compromiso igualito que ahora que se dice “ni perdón ni olvido”. En aquel tiempo cuando triunfa la revolución tuvimos un compromiso grande con los muertos. Creo que hay gente que tiene legítimamente derecho a repudiar lo que pasó. La gente de la Contra sufrió enormemente, los miskitos sufrieron y del otro lado también los sandinistas. Recuerdo que me metí a la revolución para que mis hijas no tuvieran que pasar lo que yo pasé con Somoza y me tocó llevarlas al primer entierro de uno de sus amigos muerto en el Servicio Militar. Hay una culpabilización de todos los que estuvimos en la revolución. Los errores de los que dirigieron la revolución fueron muy negativos.

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¿Cree que el sandinismo va a sobrevivir a Daniel Ortega o se irá con él?
Es difícil que termine con Daniel Ortega porque hay mucha gente que es sandinista. Suponete que son un 10 por ciento, si vamos a hacer una democracia tenemos que aceptar que esa gente va a seguir existiendo. Si ellos quieren cambiar el sandinismo y que ya no sea orteguismo u otra cosa. Yo creo que el sandinismo como tal está liquidado en Nicaragua. Si ellos quieren, participando en política pueden tener ideales sandinistas que no se conocen muy bien cuáles son en este momento. Es un gran problema porque han maleado y corrompido la conciencia de quienes con toda su buena intención han seguido el sandinismo.

Recientemente le sacaron en cara un tuit que usted hizo de Fidel Castro. ¿Qué opina de las críticas?
Tengo que reconocer que fue un error de mi parte haberlo tuiteado. Yo lo hice cuando se murió Fidel Castro. Yo tenía críticas desde hace años a Fidel Castro, aunque más a la revolución cubana. Yo hablé en ese tuit de Fidel persona y como persona lo dicen todos los periódicos del mundo era una fuera de lo común y también es cierto que él inspiró muchas luchas en América Latina. Todos los que estábamos vivos admiramos que se acabara Batista. Pero no debí decir después lo que dije. El momento en que lo dije fue desacertado. Entiendo que se me critique.

¿Actualmente qué opina de Fidel Castro?
Opino que fue un hombre que no supo nunca cuando se tenía que parar. No supo cuando dejar de ser el dueño de Cuba y ese es el gran pecado de todos estos líderes que se quieren quedar en el poder eternamente, es soberbia. No quieren aceptar que no son los únicos que pueden dirigir un país. El fin justifica los medios y esa es la filosofía. Yo les preguntaba a los cubanos de cómo era posible que los mantuvieran en esa ignorancia. Se hacen cosas a costa de la libertad o sea te quieren vender la idea de que la justicia social se puede tener si les entregás la libertad. Cuba se ha convertido en una promotora de tiranos. Muchas de las tácticas que se usan en Nicaragua y Venezuela se usan en Cuba. Estoy segura de que aquí tienen asesores cubanos.

¿Cree que Daniel Ortega fantasea morir en el poder?
Absolutamente. Cuando la campaña de 2006 recuerdo que apoyé a Herty Lewites y yo le decía a la gente que había que evitar que Ortega llegara al poder, porque luego no lo quitamos. Daniel Ortega tiene una obsesión con el poder. Uno de sus grandes traumas fue perder el poder en 1990 y Rosario Murillo también.

La gente se exaltó en las redes cuando usted anunció que entraba a la Coalición Nacional.
Creo que mientras más alto perfil tenés más duro te atacan y creo también que porque soy mujer. Aquí hay una misoginia tremenda y te sienten como que sos más vulnerable y que te pueden ofender con más libertad. Por ejemplo, yo conté que estuve en la oficina de Fidel Castro y luego dijeron que yo tuve un romance con Fidel. Yo entiendo que ese mundo de las redes es pequeño, hay muchos troles.

Luego de eso publicó un tuit sobre las filas en los cines y la volvieron a criticar.
Conté 500 respuestas y eran la mitad a favor y la mitad en contra. Yo he sido una ciudadana. No tengo privilegios en este país y yo voy al cine o a cualquier lado y tengo la costumbre de que como tengo muchos seguidores en Twitter de decir donde están dando mal servicio. Hice lo que hice toda la vida y hasta me llamaron del cine y me informaron mejor.

¿Qué película fue a ver?
Ya ni me acuerdo. Creo que fue Mujercitas. No voy al cine casi nunca y peor luego de abril.

Ahora se habla mucho del proceso de unidad de todos los opositores.
Lo veo fundamental. Es la única manera en la que podemos acumular la fuerza suficiente. Estamos frente a un poder absolutamente sin escrúpulos que tiene al Ejército, la Policía, tiene instrumentos represivos muy fuerte. Si no nos unimos no tenemos chance de salir de esta situación.

Hace varios meses conversamos sobre la unidad y dijo que era fundamental hacer a un lado las ideologías. Ahora se señalan de ser exsandinista o liberales de Arnoldo Alemán.
A mí me llama la atención que no se vea que uno de los grandes fallos de la revolución y por la que fracasó fue por la exclusión. Era un proyecto para los que estaban a favor. Debe haber una mentalidad más democrática en este país. Es esencial que se diga que aquí todo el mundo tiene derecho. Los derechos a opinar deben de ser respetados. No podemos hacer una franja de “puros”. Eso fue lo que hizo el Frente Sandinista a lo que llamó “La Vanguardia”. Tenemos que desarrollar nuestro espíritu democrático y eso es duro. Yo entiendo que la gente no quiera al PLC, la Contra y tengo que decir que para muchos de nosotros no es fácil aceptar a todos estos integrantes. Por ejemplo a Arnoldo Alemán no lo aceptaría por sus fallos legales, pero el PLC tiene sus bases en los territorios. Que se vaya Daniel Ortega no nos soluciona todos los problemas, luego tenemos que buscar cómo organizarnos, respetarnos, tolerarnos y cómo construir una verdadera democracia.

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¿Cree que en parte de estos comentarios en contra de los opositores tenga algo que ver el Frente Sandinista tratando de dividir?
Sí, me parece que alguna gente tiene la intención de crear una quinta columna. Porque no proponen nada. Es muy fácil decir “¿para qué van a haber elecciones?” y creo que las elecciones son un proceso de organización. Para eso y aunque no existan las elecciones va a ser importante organizarse. ¿Pero qué proponen entonces? ¿Cuál es la alternativa? La mayoría de esta gente ni siquiera está en Nicaragua. Están incitando a la gente a no hacer cosas porque dicen que es venderse a los empresarios que también nos remiten a los grandes problemas que hubo en la revolución que fue la exclusión de clases.

En Twitter la llamaron clasista por lo del cine.
Las redes sociales son una herramienta muy importante y también son una manera de ventilar la frustración. Yo entiendo que hay mucha frustración y rabia porque creímos que íbamos a derrocar a Ortega en abril y se hizo largo este proceso, entonces quedó mucha gente muy frustrada. Yo entiendo y es bien duro lo que hemos pasado.

Hablamos mucho de este lado pero ¿qué piensa que estará pasando en la acera sandinista?
Pienso que ahí hay grandes divisiones. Hay unos que no piensan igual y son así manipulados por el discurso de Rosario Murillo. Ella es hábil para crear odio, ya que todo lo achaca a lo de abril, pero no se da cuenta de que ella fue la principal responsable de lo que pasó en abril porque mandó a matar. Dentro del Frente debe haber mucha gente descontenta, gente buena que depende económicamente del Frente.

¿Ve a Ortega entregando el poder tras perder unas elecciones?
Él no lo va a querer hacer. Pero eso va a depender de cómo se ganen las elecciones y lo que hagamos nosotros. No traje mi bolita mágica. No tengamos miedo. El miedo es lo más dañino que existe, tenemos que tener confianza. Todas las tiranías caen. Daniel Ortega se va a morir y como dicen no hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista.

Plano personal

Sus primeras influencias fueron Miguel Hernández, Neruda, Tomás Segovia y Juana de Ibarbourou.
Asegura que lo primero que hace al despertar es leer el Diario LA PRENSA y tomar café.
Su momento más romántico fue intercambiar anillos de matrimonio con su esposo en una góndola en Venecia, a medianoche.
Le encanta comer helados.
Le avergüenza no saber mucho sobre la electricidad.
Uno de sus olores favoritos es el de las galletas de jengibre porque dice que la trasladan a su infancia.

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