Un nicaragüense de 43 años y su hijo de 23 años fueron asesinados a balazos en una vereda en San Miguelito, Panamá, el pasado fin de semana.
Versiones preliminares indican que los delincuentes pretendían robarles a Frederick Picado, de 43 años y su hijo Frederick Picado, de 23.
El padre trató de defender a su hijo, reportó el medio panameño Mi Diario. Padre e hijo fueron hallados en el suelo y fueron llevados de urgencia a una clínica, pero ambos llegaron muertos. El joven de 23 años tenía un balazo en la cabeza y otro en el estómago, y su papá un disparo en el pecho.
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El periódico entrevistó a Hellen Toledo, también nicaragüense y esposa de Frederick Picado (hijo). La pareja tenía un hijo de 11 meses de nacido.
Defendieron a mujer
Padre e hijo junto a un amigo llamado Carlos Montana estaban sentados tomando cervezas en una vereda. “Todo transcurría de lo más normal, hasta que Frederick, pasadas las 11:00 de la noche, subió hasta el cuarto y le entregó 80 dólares a su querida esposa. Al bajar nuevamente, no pasaron ni cinco minutos cuando se escucharon los disparos”, informó el medio panameño.
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La mujer contó al periódico panameño que los hechos “ocurrieron cuando su esposo observó cómo un sujeto golpeaba a una mujer y al preguntarle al hombre por qué lo hacía, le disparó y el papá de Frederick al defender a su hijo también fue herido. No conforme con esto, los sujetos le robaron el celular y la cartera a Frederick, al igual que a su padre y a Carlos”.
Hasta la noche del lunes, la Policía de Panamá no había capturado a ningún sospechoso por el doble crimen.