De continuar el cierre de portones en la terminal Rigoberto Cabezas para evitar el ingreso de al menos cinco buses de la Cooperativa de Transporte Interurbano del Centro de Nicaragua, Cootracenic, todos sus asociados amenazaron con aparcarse en las afueras de la terminal y ahí montar a sus pasajeros.
Cootracenic denunció su inconformidad y el de otras cooperativas por el hecho de que el pago por minutos atrasados sean entregados a la Cooperativa de Transporte del Atlántico, Cootlantico, cuyo presidente es el transportista orteguista Luis Jiménez. Para Cootracenic, el dinero debe ir a manos del socio que viene detrás de la unidad atrasada, que es el que registra pérdidas por pasajeros.
Pilar Ríos, presidente de Cootracenic, expuso que es importante cerrar filas como gremio, porque no es posible que por un cobro, catalogado de abusivo, se le niegue el acceso a algunas unidades y que ahora deban estacionarse en las bahías donde las pasajeros abordan con inseguridad y desorden, que es lo que buscan evitar las terminales de transporte.
“Si en esta semana el MTI (Ministerio de Transporte e Infraestructura) no resuelve el problema estaríamos saliendo todos a aparcarnos a la calle. El Consejo Directivo está en reuniones para tomar esa decisión, la que estaría informándose a los medios de comunicación el día sábado”, adelantó Ríos.
La posibilidad de abandonar por cuenta propia la terminal Rigoberto Cabezas, ubicada en el mercado Mayoreo, es porque, según Ríos, se impuso que por cada minuto que se retrase un bus en su recorrido debe pagarse a la Cootlantico , cuyo presidente es Luis Jiménez, conocido en el sector como el señor del sombrerón y que participó en el primer diálogo nacional, en la comitiva del régimen orteguista.
Los que no pueden entrar
Este miércoles la administración de la terminal de buses impidió el acceso de los buses con salida: 5:30 a.m., 6:00 a.m., 6:30 a.m. y 7:30 a.m. en la ruta Managua-Boaco; y 11:15 a.m. en el trayecto Managua-Juigalpa.
“Es un atropello y no vamos a permitir que estén violentando nuestros derechos, nos están sacando la plata (dinero)”, añadió Ríos.
LA PRENSA llamó en reiteradas ocasiones al celular de Jiménez pero no respondió. La última vez que se logró comunicar con él fue en 2017, sobre una denuncia parecida a la actual. Respondió escuetamente y colgó.