Después de varios días de ser atacada por un hombre afuera de su casa, la nicaragüense Marta Orozco decidió contar todo lo ocurrido.
El sábado a eso de las 9:40 minutos de la mañana, Orozco de 56 años, estaba regresando de una gasolinera cercana a su casa, ubicada al noroeste de Miami.
Al llegar a su residencia salió de su vehículo y comenzó a caminar hacia la puerta, según muestra el video de vigilancia. “Voy directamente a mi casa, y estoy buscando mis llaves, y creo que él me miró”, dijo la mujer a 7News.
La cámara de vigilancia captó al sospechoso cuando se acercó y le habló, pero esta pensó que al no poder ayudarlo con la duda que tenía, el mismo se iba a ir, pero no fue así.
— “Disculpe. ¿No sabe si esta dirección es aquí?”, le dijo el hombre.
— ” No, no es aquí “, le contestó ella.
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Pero el hombre insistió y Orozco le repitió respecto a la dirección que buscaba: “No, señor. No, no está aquí porque esa es mi casa”.
El hombre dio la vuelta y Marta pensó que se había ido, pero regresó rápidamente.
Al percatarse de que nadie lo estaba observando, el hombre hizo su movimiento fuerte sobre ella, concentrándose en la cadena de oro que andaba en el cuello y que tiene significado especial pues fue un regalo de su hija.
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Al sentir la mano del hombre en su cuello la nicaragüense intentó defenderse, fue entonces cuando el hombre la tiró al suelo y comenzó a patearla. “Me golpeó, me golpeó, me golpeó”, relata la mujer, quien gritó pidiendo ayuda y sus vecinos y marido la escucharon y salieron a perseguir al atacante, aunque sin éxito.
“Él me golpeó y yo ponía mi brazo para cubrirme la cara, mira cómo yo estoy, mira mi boca cómo está. Y me pateó en el piso. Nunca pensé que el hombre venía a atacarme”, explicó a Américateve.
Marta Orozco, al ser entrevistada por 7News, le mando un mensaje a su agresor: “Conociste a la persona equivocada, ¿de acuerdo? Soy de Nicaragua y no le tengo miedo a nadie. Solo Dios me da miedo”.
Sobre el atacante la policía de la ciudad de Miami dijo que escapó en un Nissan blanco estacionado en Northwest Second Avenue, cerca de la calle 30. “Si alguien conoce a ese tipo, por favor llame a la policía”, agrega la nicaragüense radicada en los Estados Unidos.
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Por ahora, Orozco se recupera de los moretones en los labios, la cara y el cuello, así como un fuerte dolor de espalda al ser golpeada contra el suelo. “Me hizo enojar porque vine a trabajar muy duro, y hago todo bien, y eso no es justo, alguien viene e intenta tomar tus cosas”, finalizó en la entrevista con 7News.