Los nicaragüenses que fallezcan de coronovirus no tendrán ni vela ni funeral, serán enterrados inmediatamente tras el deceso. No habrá espacio para que los dolientes despidan al difunto. Este es el procedimiento estricto que incorpora el Protocolo de Preparación y Respuesta ante el Riesgo de Introducción de virus coronavirus (Covid-19), diseñado por el régimen de Daniel Ortega y con el que trabajará el Ministerio de Salud (Minsa).
Precisamente por tratarse de un virus altamente contagioso, el Gobierno ordenó un estricto protocolo de manejo de los cadáveres contaminados por el coronavirus y por eso orientó de que estos deberán ser entregados en ataúdes sellados, los que deben ser transportados en bolsas plásticas negras.
“El personal de salud debe informar a la familia por qué algunas prácticas no se pueden hacer debido a factores de exposición que ponen en riesgo a su familia u otras personas”, señala el Minsa en el protocolo.
En el mismo señala que “el entierro del cadáver deberá realizarse inmediatamente”. Es por ello que los hospitales tienen orientación de no someter a “procedimientos de preparación del cuerpo del difunto”, incluida la tanatopraxia, es decir proceso de higienización del mismo, restauración, reconstrucción y cuidado estético del cadáver.
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El régimen de Daniel Ortega estima que de presentarse el virus en Nicaragua, al menos 32,500 personas serían afectadas, de las cuales el 75 por ciento serían casos leves o moderados y otro 25 por ciento, es decir unos 8,125 serían pacientes graves.
Tomando en cuenta la letalidad del virus a nivel mundial, cuya tasa es del 2.5 por ciento, el Gobierno estima que al menos 813 personas fallecerían por coronavirus. “Los fallecidos son el 80% de los pacientes que requieren Unidad de Cuidados intensivos, por lo que se calcula que 1,016 ingresarán a Unidad de Cuidados Intensivos”, según el protocolo.
Prohibido preparar el cuerpo
Una vez que ocurra el descenso, según el protocolo del Minsa, el personal médico también deberá someterse a un estricto procedimiento.
Cada hospital ya tiene asignado un personal entrenado que se hará cargo del manejo del cadáver. Este al momento de manipular el cuerpo deberá utilizar equipos de protección en todo momento, que incluirá guantes, delantal impermeable, batas, mascarillas, protectores oculares y botas.
Una vez que la persona muera, los médicos deben notificar de inmediato a la morgue del hospital y a vigilancia epidemiológica. Antes movilizar el cuerpo, el personal debe revisar alrededor del mismo, para retirar objetos cortantes o punzantes que puedan ocasionar accidentes en el personal que lo va a manejar.
Una vez retirado el cuerpo, se debe desinfectar los pisos, paredes insumos de limpieza,
vestimentas reutilizables utilizar una solución de hipoclorito de sodio al 0.5 por ciento, describe el Minsa en su protocolo.
Además indica que la entrada a la zona de aislamiento debe permanecer restringida al personal que estuvo encargado de la atención al paciente, por lo que la retirada del cadáver de dicha zona será realizada por este personal.
No obstante, en el protocolo no se aclara cuánto tiempo el personal que manipuló el cadáver estará en aislamiento o si entrará a cuarentena. Tampoco se explica si las autoridades sanitarias controlarán que las familias cumplan con el procedimiento de cero contacto con el fallecido y que este sea enterrado inmediatamente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles la propagación del coronavirus como una pandemia. Según la OMS, actualmente hay más de 132,567 casos de coronavirus en 123 países y este ya se cobró más de 5,000 vidas.
Este sábado, España declaró el estado de alarma, Venezuela registró sus primeros dos casos, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dio negativo con la enfermedad.
En Centroamérica, Costa Rica, Honduras y Panamá ya registran casos positivos de coronavirus. Panamá es el único país en el istmo donde se reporta un deceso.
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