Melvin Alberto Urbina Gómez, de 19 años de edad, falleció la mañana de este jueves en el hospital España, en Chinandega, a causa de insuficiencia respiratoria aguda, trauma craneoencefálico y edema cerebral, esto de acuerdo al diagnóstico de defunción entregado a los familiares, quienes señalan a la Policía Orteguista (PO) de ser la responsable.
Luis Francisco Saavedra, su papá, culpó a la PO de la muerte porque no padecía de ninguna enfermedad ni dolencia, y fue hasta que estuvo dos días detenido, por ser el presunto responsable de quemar la imagen de un Cristo en la calle El Calvario, en Posoltega, que apareció con golpes en diferentes partes de su cuerpo y no podía caminar ni hablar.
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“Yo como padre pido justicia, que no se quede impune como muchas muertes que han quedado impunes”, reaccionó Saavedra sentado afuera de la casa donde este viernes se velaba el cuerpo de su hijo.
Patrulla se lo llevó vivo y lo regresó moribundo
Urbina Gómez fue detenido el domingo 8 de marzo en el barrio Carlos Huete y llevado a la delegación de Posoltega, ubicada cerca del parque central. Dos días después, el martes, fue llevado a su casa en una patrulla en estado delicado. Por su gravedad, fue llevado al hospital España, donde falleció el jueves.
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La familia aseguró a LA PRENSA que una doctora del hospital España aseguro que su muerte fue producto de una golpiza. Asimismo denunció que la noche del jueves, en plena vela, llegó una patrulla con tres policías y un forense con la intención de llevarse el cuerpo a Managua para practicarle una autopsia. Todos se opusieron al verlo sospechoso.
Urbina Gómez presenta golpes en el ojo, pierna y oreja izquierda, espalda y estómago. Esto revela que fue golpeado.
Policía: fue epilepsia
José Francisco Saavedra, hermano del fallecido, explicó a este medio de comunicación que los policías le dijeron que había sufrido un episodio de epilepsia, pero él nunca lo había padecido.
“Yo le echo la culpa a los policías, si, fueron ellos quienes lo golpearon duro, porque él no estaba así. Fue duro verlo en el hospital como se retorcía el pobrecito”, manifestó José Francisco, su hermano.
En la vela y previo al entierro que (hace unos minutos), hubo asedio por parte de la PO. Pasaban en una patrulla y moto tomando fotografías por la casa, ubicada en el barrio Juan XXIII, en Posoltega. La PO no se ha pronunciado sobre este este caso.