Después de ver como León se dedicó a arrasar con sus oponentes el año pasado, con un equipo serio, bien equilibrado, en el que se mezcló juventud y experiencia con mucha precisión, creer en la posibilidad de una dinastía pareció ser lo más lógico.
Su ofensiva repleta de artilleros zurdos jóvenes lucía imparable, y los lanzadores, liderados por Fidencio Flores, fueron el complemento perfecto en un equipo en el que Sandor Guido dio la impresión de ser un mago.
Pero este año, en lugar de dominar la liga y avanzar sin pausa a través de cada etapa, los Leones corren el riesgo de quedar eliminados en esta primera vuelta. Y no es exageración. Semejante equipo no ha podido agarrar el paso.
Después de 19 partidos, el balance de León es de 8-11, es decir, por debajo de los .500 (.421) en ganados y perdidos. Le faltan 11 desafíos para terminar su calendario de esta etapa (30), de los que tiene que ganar por lo menos siete para tener opciones.
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Si la campaña terminara ahorita, los Leones estarían eliminados. Están en el lugar 14 y clasifican los primeros 12. La ventaja es que todavía están cerca de Zelaya (9-12) y de Jinotega (7-8), pero como ven, no hay chance de fallar.
¿Y cuál es la causa que ha provocado este problema a los Leones? Hay varias. Una tiene que ser la inestabilidad que significa no disponer en todo momento de Sandor Guido, quien dirigió a la Selección Nacional U23 y es coach en la tropa mayor.
Su ofensiva, usualmente bien escalonada, tiene varios puntos muertos. Antes de los partidos del último fin de semana, había artillero como Arnol Rizo (.191) y Wandley Ocón (.208), que volaban muy por debajo y otros que no alcanzan su nivel aún como Norlando Valle.
Entre los lanzadores, solo Junior Téllez (4-1 y 2.10) ha respondido a las expectativas. Ni siquiera Fidencio Flores está en su nivel (1-2 y 4.24). Es más, el taponero, Wilber Bucardo (0-2 y 7.20) no ha sido nada confiable ahora y eso ha resultado grave.
Hay entonces una serie de factores que se han agrupado para afectar a León, sin embargo, no son estos momentos para hacer análisis o buscar culpables, sino para corregir y sobre todo, comenzar a ganar a lo inmediato, porque de lo contrario, León podría pasar de ser campeón, a ser eliminado.
Ese es el drama que vive la tropa occidental, mientras el estado de gracia de Sandor Guido parece desvanecerse, sin embargo, aún puede reaccionar y volver a convertirse en la tropa pujando que nos hizo pensar no solo en un título, sino en varios, hasta convertirse en un conjunto hegemónico.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR