Este jueves 19 de marzo el régimen orteguista piensa movilizar un poco más de medio millón de personas en el país para participar en el primer simulacro contra desastres naturales del año, otra medida que contradice las recomendaciones que ha brindado la Organización Mundial de la Salud (OMS) para frenar el contagio del covid-19, que ya afecta a 164 países, con más de 200 mil afectados.
El enfoque del simulacro será multiamenaza, es decir que se recrearán diferentes eventos que pongan en riesgo la vida de los nicaragüenses. El ministro asesor del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred), Guillermo González, explicó que el ejercicio se realizará en torno a un terremoto en el Pacífico del país, que provocaría un tsunami que impactaría las costas de León y Chinandega.
Sin embargo no hay una sola línea sobre un escenario relacionado a la pandemia del coronavirus, que es la amenaza más cercana que enfrenta el país, tomando en cuenta que todavía no se ha confirmado ningún caso positivo de covid-19. De acuerdo con Abdel García, de gestión de riesgo del Centro Humboldt, la realización de este ejercicio es inapropiado en la actual coyuntura, y en todo caso si lo querían realizar, tendría que prepararse en torno a un escenario enfocado en la emergencia sanitaria mundial.
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García explica que el simulacro tendría que ser consecuente con lo que vive el mundo, por lo menos, debería evaluar la capacidad de atención de las unidades médicas, si estas pudiesen atender a cien casos sospechosos durante una hora, por ejemplo. También permitiría saber si las instalaciones médicas tienen los servicios básicos necesarios (agua, luz eléctrica).
El discurso del régimen orteguista ante la pandemia del nuevo coronavirus se basa en asegurar que están listos, que tienen el personal capacitado y que todo va bien en el país, tanto, que hasta realizaron una marcha el pasado sábado denominada “Amor en tiempos del covid-19”, acción que fue criticada por opositores, precisamente, por jugar con la salud de los empleados públicos y la de sus mismos partidarios.
Ese discurso de normalidad y tranquilidad lo sostiene el Sinapred, que exhortó a los nicaragüenses a que participen en el simulacro “desde cada barrio, cada comarca, cada comunidad y municipio del país, con el objetivo de seguir fomentando esa cultura de prevención y revisión ante los fenómenos naturales”, dijo González a medios oficialistas.
Por su parte, García explica que un buen escenario para evaluar este simulacro hubiese sido que en diez departamentos se presentara un caso confirmado, verificar si los laboratorios donde se realizarán las pruebas comprenden, en la práctica, el protocolo de actuación; cómo sería el traslado de la población afectada desde los barrios a la unidades de salud, si hay suficientes suministros médicos para atender la emergencia, ejemplificó.
Hasta el momento lo que se conoce es que el Minsa tiene un protocolo, a través del que prevé, que una vez que se identifique el primer caso de covid-19, en los siguientes seis meses, 813 nicaragüenses morirían de coronavirus, y otras 32, 500 resultarían afectadas.