CONTENIDO EXCLUSIVO.
Ninguna medida es excesiva cuando se trata de preservar la vida. Y la situación es peor cuando se batalla contra un enemigo invisible como el Coronavirus, que muy a pesar nuestro, ya está aquí.
“El baloncesto estará ahí y en algún momento se jugará de nuevo, pero con la vida no se puede correr riesgos”, dijo Kevin Durant, estrella de los Nets de Brooklyn y víctima del Covid-19.
Este virus ha paralizado al mundo, excepto a Nicaragua. Y quizá sea comprensible el esfuerzo de ciertas empresas que no se detienen por el servicio que prestan a la sociedad ahora mismo.
Pero, ¿y el deporte qué es lo que espera para hacer una pausa? No tiene sentido exponer a las personas cuando ni siquiera sabemos quién lo tiene el virus y quién no. Es muy peligroso.
Los expertos han dicho a cada instante que el mejor freno para la pandemia es la cuarentena y esa debería ser una medida inmediata. Entre menos contacto con otros tenemos, es mejor aún.
El proverbio 14.16 señala que “el hombre sabio ve venir el mal y se aparta, pero el insensato se muestra insolente y confiado”. Y luego se paga las consecuencias. Ese es el riesgo que corremos.
Jamás me ha gustado que se mezcle deporte y política, pero esto es cuestión de sentido común y continuar con la actividad deportiva es un riesgo que no tiene razón, justo en este momento.
Aquí nos cuesta aprender. Ahí está el caso de varios países europeos con grandes avances en la medicina y su infraestructura. Han sido desbordados. Sus sistemas ya colapsaron.
Pero no vayamos largo, en nuestro país tenemos casos como el del volcán Casitas, en Chinandega. ¿Cuántas vidas se habrían salvado si se le ha prestado atención a los pedidos de ayuda?
Todavía peor nos podría ir ahora si se sigue sin atender lo que establece el sentido común. Se tiene que detener todo y solo debe seguir en marcha lo que es estrictamente necesario.
Mi llamado a la gente ha sido que no se presenten a los juegos, lo mismo piensan muchos deportistas, quienes incluso ya lo han expresado a través de las redes sociales.
Hasta las Grandes Ligas se pararon, algo que no se vio ni cuando las Guerras Mundiales. Así que no podemos estar de espalda a la realidad y corresponde a nosotros el cuido de nosotros mismos.
Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR