Dos casos confirmados de coronavirus en una misma semana confirman el temor de la población nicaragüense a que el contagio aumente. Una encuesta de la empresa CID Gallup, señala que el 57 por ciento de consultados, se encuentran preocupados y el 89 por ciento señala que ha tomado medidas para prevenirlo.
El estudio cuyos datos fueron recolectados del 16 al 19 de marzo, se hizo utilizando una muestra de 3,086 personas, las que fueron consultadas a través de la plataforma Facebook desde dispositivos de navegación fija o teléfonos móviles, explica la encuestadora.
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Pese a que el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo han dicho que el sistema de salud se encuentra preparado para atender la emergencia, los encuestados no lo creen, dándole la razón a especialistas independientes del sector salud, que antes, advirtieron del poderoso virus que acumula más de 9 mil muertes en el todo el mundo y al que debía enfrentar el débil sistema de salud del país. “No tenemos capacidad”, dijo a LA PRENSA hace un par de días el doctor Alejandro Lagos, Especialista en Salud Pública y Gerencia Hospitalaria.
Sin confianza en el gobierno
Al día de ayer por la tarde, la vigilancia del Sistema de Integración Centroamericana, SICA, que incluye el minitoreo en la región registraba 360 personas afectadas, seis fallecidos y solo dos recuperados tras el diagnóstico. Según el monitoreo, Panamá es el que más casos ha confirmado (137) y Nicaragua el que menos (2), hasta el cierre de esta nota.
Pese a que el país se encuentra en la cola de la estadística, la preocupación nacional que muestra la encuesta se puede explicar en la poca confianza que tiene la gente en las medidas que ha adoptado el régimen en medio de la pandemia. Según la encuesta, el 65 por ciento de los consultados creen que el gobierno Ortega-Murillo no hizo nada para contener el virus.
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La respuesta vino en momentos en que el régimen convocó a sus seguidores a una marcha exponiendo a los ciudadanos, mientras otros países que ya sufrían los efectos del virus, llamaban a evitar las aglomeraciones y suspendieron las actividades que implicaba concentraciones masivas. Además cerraros sus fronteras y mandaban a observación aislada durante 14 días al local que procedía de un país afectado. Según Rosario Murillo, los dos casos que han confirmado en el país llegaron días antes de presentar síntomas, el primero de Panamá y el segundo de Colombia.
Minsa incapaz
A la par de ese desacuerdo con la actitud del gobierno que a la fecha mantiene todas sus actividades estatales en vigencia, los encuestados les restan confianza a las autoridades del Ministerio de Salud, MINSA, que están a cargo de atender la emergencia. El 58 por ciento, no confía en que las autoridades puedan hacerle frente a la pandemia. Llama la atención el dato, pues vuelve inútil el esfuerzo que por días ha hecho el régimen con su aparato de propaganda para decir que se encontraban preparados para atender la emergencia.
El coronavirus ha puesto de cabezas las economías del mundo. En el caso de Nicaragua, el virus le llega en momentos en que sufría los efectos de la crisis social y política que inició en abril de 2018 como una respuesta a los desmanes de Ortega y Murillo desde el poder. Esta semana, tan solo un día después que el régimen confirmara su primer caso de coronavirus, la gente abarrotó los supermercados en busca de abastecerse ante una eventual escacez de alimentos y productos de higiene para repeler el virus.
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Según el estudio, uno de cada diez encuestados, señala que no tiene reservas en su casa para enfrentar una “cuarentena familiar” si fuera necesario. Este grupo señala en que en menos de una semana, quedaría en una situación familiar difícil si tuviera que aislarse. Solo uno de cada 30 personas, señalan que que podrían sobrevivir de cuatro a seis semanas con la situación actual o peor.
Por último, al considerar que las autoridades no tomaron las medidas adecuadas para evitar el ingreso del virus, también los encuestados lamentan que con la propagación del virus, se genera en la población un sentimiento de que sus finanzas estarán peor en un futuro.