Contrario a las normas de aislamiento social que contempla la Organización Mundial de la Salud (OMS), como medida para evitar el contagio masivo del coronavirus, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo desarrolló este fin de semana actividades recreativas de grandes conglomeraciones de simpatizantes del partido Frente Sandinista, exponiéndolas al contagio.
Mientras, el resto de la población se reconcentró en sus viviendas en una especie de cuarentena voluntaria. Los lugares públicos como centros comerciales y negocios lucían vacíos la tarde de este domingo.
El régimen lanzó ayer la campaña “Limpieza de costas en las playas de Pochomil”, previo a las actividades de Semana Santa, en el municipio de San Rafael del Sur, donde autoridades edilicias, del Instituto de Turismo y el diputado orteguista Edwin Castro se hicieron presentes como si la pandemia no estuviera en su semana clave de propagación, según epidemiólogos.
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“Es una irresponsabilidad el exponer a la población a una contaminación masiva de enfermos en poco tiempo y correr el riesgo de no poder dar respuesta con el sistema de salud que tenemos”, expresó Rafael Amador, especialista en Salud Pública.
Riesgo a casos severos
Según Amador, al haber mucha gente contagiada al mismo tiempo se pueden presentar muchos casos severos y el sistema de salud puede colapsar, porque ningún sistema de salud está preparado para dar respuesta a un contagio masivo.
Otra actividad que se desarrolló este fin de semana fue el concurso de manualidades “Nicaragua fuerza bendita”, en el Puerto Salvador Allende de Managua. También hubo un encuentro de poetas jóvenes de Nicaragua en el Instituto Nicaragüense de Cultura.
“En todos los países, incluso por mandato de cuarentena, ordenaron que la gente se quede en casa. Solo sale una persona en caso de emergencia como buscar medicamentos o alimentos”, dijo Amador.
Además las personas que salen por emergencia deben tener las normas de seguridad como mantener dos metros de distancia entre personas, portar tapaboca y desinfectar todo lo que tocan.
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“La máscara no protege, sino que evita el contagio de otros”, aclaró el especialista.
Otra acción que realizó el régimen y fue criticada por especialistas es el hecho de mandar brigadas de salud a visitar casa a casa para hablar con las familias de la pandemia, pero sin ninguna protección, según dicen para no alarmar a la población.
Murillo le llama “proeza”
La vicepresidenta designada Rosario Murillo detalló ayer que entre viernes y sábado se han realizado 453,347 visitas a los hogares para llevar información preventiva sobre el coronavirus.
A estas se sumaron las visitas realizadas ayer domingo.
“Hemos realizado un total de 453,347, una proeza, un milagro, Dios es grande, el nombre de Dios es misericordia, y nos da esa energía, esa fuerza en buen corazón, de la buena esperanza, que nos permite estar ahí con nuestro pueblo viviendo las circunstancias de alegría y las circunstancias difíciles, todos juntos como familias”, dijo la vicepresidenta sancionada por sus desmanes.