14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Danny López, el destacado atleta de voleibol de playa que con mucho esfuerzo pudo combinar su disciplina con sus estudios. LA PRENSA/CORTESÍA CARLOS MONTEALTO.

Danny López, el administrador de empresas y padre de familia que se destaca en el voleibol playa

El destacado atleta finalizó diciendo que "espero que el resto de atletas que vienen en crecimiento sigan viendo el voleibol asi, con resposabilidad".

Es lunes y son las ocho de la mañana. Luego de dos horas de entrenamiento en la cancha de voleibol playa del Instituto Nicaragüense de Deportes (IND), Danny Antonio López Alvarado se va a dar una ducha, se pone un pantalón de vestir, una camisa mangas largas y se peina para irse rápido al trabajo. El destacado atleta es administrador de empresas, tiene un posgrado en contabilidad, finanzas y auditoría, y además una maestría en Derecho Tributario. Su máximo sueño es representar al país en unas Olimpiadas y darle lo mejor a su hija y esposa, la también destacada atleta de voleibol Lolette Rodríguez.

Antes de enamorarse del voleibol, Danny cuenta que practicó una variedad de deportes, entre ellos el futbol y baloncesto desde que era un niño en su natal San Juan del Sur, municipio del departamento de Rivas.

“Recuerdo que jugábamos voleibol con pelotas de hule y palos de bambú”, relató López, quien es una referencia en el voleibol de playa.

López no nació en una cuna de cristal. Proviene de una familia luchadora, que con mucho esfuerzo lo sacó y ha salido adelante.

“Siempre me gustó el estudio, cuando estaba joven le decía a mi papá que quería ser esto y lo otro, siempre me puso como ejemplo ante mis hermanos porque yo estudiaba, jugaba y trabajaba. Mis padres son Víctor Aguilar y María Alvarado, ellos no practicaron deportes, fueron obreros del trabajo. Mi mamá hacía pan casero y salía a venderlos, mi papá fue albañil, pintor y guarda de seguridad. Desde joven yo trabajé con un tío en una panadería”, afirmó López.

Le puede intersar: Manny Pacquiao decidido a ayudar a Filipinas. Asegura no teme morir por el coronavirus

López es un muchacho de pocas palabras, pero cuando está en la arena se transforma.

“Nunca imaginé ser tan destacado en voleibol, pero poco a poco las oportunidades se fueron dando. Inicié a los 14 años, luego a los 19 años fui convocado a una selección mayor, después quería competir en Panamericanos y todo se fue dando”, dice con orgullo el poderoso zurdo.

Danny López se muestra agradecido con la vida pues el voleibol playa también le dio el amor y una familia. junto a Lolette Rodríguez. LA PRENSA/CORTESÍA CARLOS MONTEALTO.

Difícil combinación

Ser deportista, trabajador y estudiante no ha sido nada fácil para López, pero siempre trató de sacar altas notas.

“Ha sido un poco difícil y cansado. Actualmente solo entreno y trabajo. Cuando me levanto en la mañana quisiera dedicarme solo a trabajar, pero cuando vengo a la cancha le agradezco a Dios por haber venido. Cuando voy a trabajar y no puedo entrenar no me siento bien, es una lucha con los sentimientos”, aseguró.

Leer también: Zona de Strikes: ¿Cuál es la mejor rotación de pitcheo en las Mayores?

Cuando ve atrás, el pecho se le infla de orgullo a Danny por todo lo que ha logrado.

“A veces me pongo a pensar en todo lo que he logrado. Probablemente unos hayan logrado más que otros, al final Dios le da lo que tiene destinado para su vida. Me siento orgulloso y satisfecho de mí mismo al saber que he ganado tantos competencias internacionales”, dice el sanjuaneño.

Danny se describe como un atleta “callado en los entrenamientos, pero cuanto estoy en las competencias sé lo que se requiere, soy agresivo e insistente, trato de estar concentrado, cambio mi actitud. La experiencia me ha dado otro tipo de actitudes en la cancha, ya se dirigir cuando perdemos y también ganamos. Uno tiene que saber manejar todos los momentos”.

Danny López (izquierda) asegura que para toda la vida recordará el campeonato logrado en los Juegos Centroamericanos de Managua en el 2017. LA PRENSA/ARCHIVO.

Sus amores

La vida ha sido bondadosa con López, por lo que agradece a Dios por la familia que el voleibol también le dio.

“Ya no solo tengo el deporte y trabajo, sino a mi familia conformada por mi esposa e hija, que son las que me ayudan y dan ánimo cuando las cosas no están bien. Ver a mi hija sonreír me hace feliz sin importar el mal día que a veces uno tiene”, reflexionó Danny.

Leer además: René Lacayo se corona campeonato nacional de ajedrez por décima vez

Para López la victoria más inolvidable de su carrera fue el primer lugar conquistado en los Juegos Centroamericanos de Managua en el 2017 y la más triste los Juegos Panamericanos en Lima, Perú, en el 2019.

Su prioridad

Danny no sabe hasta cúando dejará jugar su deporte favarito, pero aclara que su prioridad es su familia.

“No sé hasta cuándo seguiré jugando, pero yo quiero seguir en un nivel óptimo. Todos amamos este deporte pero ahora tengo familia y mi trabajo es una prioridad, mi hija crecerá y tengo que invertir para darle lo mejor”, afirmó Danny.

El destacado atleta finalizó diciendo que “espero que el resto de atletas que vienen en crecimiento sigan viendo el voleibol asi, con resposabilidad y tengan más sueños de lo que nosotros tenemos”.

 

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí