El Ministerio de Seguridad de Costa Rica reforzará el control de sus fronteras con Nicaragua con mayor presencia de policías y patrullaje para impedir que salgan ya sean costarricenses, residentes nicaragüenses o de otras nacionalidades, pretendiendo violar la cuarentena decretado por ese país.
El comisario Daniel Calderón, director general de la Fuerza Pública de Costa Rica, declaró que desde el lunes 22 de marzo se dispuso de más personal para vigilar la frontera norte, que es con Nicaragua, debido a que siguen el flujo de personas sobretodo por puntos ciegos.
La fluidez de ciudadanos entre ambos países es facilitado por el régimen de Daniel Ortega, que no ha adoptado ninguna restricción y mantiene abiertos sus puestos de ingreso al país a pesar de la crisis global por la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19.
Calderón, según un comunicado del Ministerio de Seguridad, dijo que el reforzamiento de personal permitirá realizar un mayor control en cuanto al desplazamiento de personas que pretendan salir de Costa Rica, así como aquéllos extranjeros que intenten violentar el actual cierre de fronteras decretado por ese gobierno para contener la epidemia.
Ya el gobierno de Carlos Alvarado advirtió que quitará la cédula de residentes a los extranjeros que violen la cuarentena.
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Los oficiales estarán colaborando en la revisión de los diferentes vehículos de transporte público que se dirigen hacia los puestos de Peñas Blancas en La Cruz, Guanacaste, así como Tablillas de Los Chiles, Alajuela, se indicó en el comunicado.
La Fuerza Pública desplazó un vehículo CAP (Centro de Atención Policial), el cual estará destacado en la Carretera Interamericana Norte, en un punto donde se están realizando controles vehiculares para también obligar a cumplir la cuarentena por el Covid-19.
El reforzamiento de la frontera terreste será de la Policía de Fronteras, pero también del Servicio Nacional de Guardacostas que está patrullando las aguas limítrofes con Nicaragua en el Pacífico.