La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el reciente ataque perpetrado contra indígenas, que dejó a tres mayangnas asesinados en la comunidad Wasakin, Rosita, en el Caribe Norte, la semana pasada, y aseguró que documenta el patrón de ataques de colonos a las comunidades indígenas, los cuales suelen permanecer en la impunidad.
Estas agresiones “vulneran los derechos de acceso al territorio, integridad y vida de comunidades y personas”, señaló la CIDH este martes, a través de su cuenta de Twitter. Asegura que han recibido denuncias de las comunidades afectadas y fuentes de la sociedad civil nicaragüense consultadas por el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua (Meseni) dijeron que dichos ataques fueron perpetrados por colonos.
El pueblo mayangna se enlutó nuevamente por los asesinatos de Dunez Morales Rodolfo, de 28 años; Mildo Dolores Morales, de 35 años, y Rubén Jacobo Benlis, de 36 años, de la comunidad Wasakin, ocurrido este jueves 26 de marzo, cuando, según la versión de la Policía Orteguista, un grupo de miskitos llegaron a las tierras de los comunitarios con la intención de desalojarlos y los agredieron con armas de fuego.
Los comunitarios han señalado, por su parte, que la violencia en las diferentes comunidades indígenas se debe a la invasión de terceros o colonos, quienes constantemente los amenazan de muerte, han generado un desplazamiento forzado y hasta han provocado que pasen hambre porque los indígenas no pueden salir a trabajar sus parcelas o cazar porque es arriesgado, se exponen a perder la vida.
Pese a que al menos cuatro ataques han sido reportados por indígenas en lo que va del año: comunidad Alal el 29 de enero; comunidad indígena Santa Clara, en Waspam, Caribe Norte, en el que la adolescente miskita, Diajaira Lacayo Wislow, recibió un impacto de bala en medio de la mandíbula; en Wisconsin dejaron una carta con amenazas de guerra por parte de los colonos o invasores, y este jueves, asesinaron a otras tres personas, la Policía sigue sin pronunciarse sobre acciones contundentes para frenar la violencia que impera en la zona.
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En un comunicado, el movimiento Juvenil Indígena de la Moskitia – Mark Rivas, por sus siglas MOJIMM, y el Movimiento Indígena Comunitario Prilaka, dijeron que, de forma preliminar, se conoció de otras tres personas asesinadas en la comunidad miskitu Ibu, pero estarían cerciorándose de los hechos.
La CIDH aseguró que “tomó conocimiento, además, de que al menos dos personas habrían muerto por heridas causadas al día siguiente (del ataque a mayangnas), en ese mismo territorio: un miembro del pueblo mayangna y una persona perteneciente a la comunidad Ibu, del pueblo Miskitu”.