Los hermanos Israel y Matías, de 6 y 9 años de edad respectivamente, llevan casi dos semanas de no asistir a clases. Sus padres decidieron dejar de enviarlos al colegio por prevenir un posible contagio del nuevo coronavirus. Sin embargo, estar bajo una autocuarentena no es fácil, y menos para los niños que no entienden la gravedad del asunto.
Israel le pide a sus padres visitar a sus abuelos o ir al parque porque en la casa se la pasa “muy aburrido”. Todavía no logra entender porqué no puede salir a la calle o ni siquiera ir a clases. Por su parte, Matías, aunque sabe que puede enfermarse de coronavirus si sale de su casa, insiste en salir.
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Pero esa situación de encierro, y la negativa de sus padres en no dejarlos salir, ha hecho que los pequeños se muestren frustrados, ansiosos o enojados. Estas señales solo es parte del estrés a las que están sometidos los menores de edad, señala la psicóloga Alba Rony.
El estrés es parte de la vida de todo ser humano y los niños no están exentos de eso. “El estrés es la energía que tenemos para reaccionar a estímulos. El problema es cuando esta energía sube a niveles tan altos, que rompe los límites normales y se convierte en ansiedad, causando malestar en el ser humano”, manifiesta la psicóloga.
Los niños saben que algo malo pasa. Si bien no entienden la dimensión de la situación, ellos saben que la enfermedad del coronavirus puede matar a una persona, por lo que es recomendable mantenerlos alejados de las noticias, declara por su parte Xiomara Alonso López, especialista en educación infantil.
“Aunque nosotros no queramos, ellos analizan la situación, ellos saben lo que está pasando porque tal vez escuchan las conversaciones de los mayores o ven las noticias”, dice Alonso López.
¿Cómo se debe tratar la situación?
Si bien la suspensión de clases es una decisión que el gobierno de Nicaragua se rehúsa a tomar, los padres de familia han tomado sus propias medidas. Las especialistas recomiendan a los padres aprovechar el máximo el tiempo con sus hijos.
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La psicóloga expone que los padres de familia primeramente deben analizar cómo están manejando sus emociones ante esta epidemia. Muchos han tenido que llevar su trabajo hasta su hogar, y en caso de las mujeres, hasta tienen que lidiar con los quehaceres de la casa, los niños y su trabajo.
“¿Cómo está manejando sus emociones delante de sus hijos? De eso depende mucho la estabilidad emocional de los hijos. Muchos padres traen arrastrando ansiedades en sus vidas y cualquier situación la manejan de manera exagerada y cargada de expresiones verbales y no verbales que generan estrés en sus hijos”, dice Rony.
Por su lado, el vocero de la Coordinadora de la Niñez (Codeni), Jorge Mendoza, declara que los padres de familia deben ver estos “tiempos de coronavirus” como una oportunidad para “reencontrarse” como familia. “Que los padres inviten a tomar más participación de los niños en casa, sería un gran error que se le deje toda la responsabilidad de atender a sus hijos a dos personajes que son imprescindibles en la familia, el internet y la televisión”, manifiesta Mendoza.
Recomendaciones
Los especialistas enfatizaron que emplear tiempo para la recreación con sus hijos dentro del hogar es importante para controlar el estrés en ellos. “Es compartir con ellos pero darle seguridad, confianza e independencia en los niños”, señala la especialista en educación infantil.
Alonso López recomendó a los padres de familia que motiven a sus hijos a leer, a ayudarles en cocina,jugar y ayudarlos a tomar decisiones.
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Por su parte, la psicóloga aconsejó que crear un programa equilibrado en casa, donde puedan tener tiempo laboral, familiar, recreativo y ocio dentro del hogar.
“En dependencia de la edad de los niños, es importante tomar en cuenta juegos que les ayude a canalizar energía y emociones como la cuerda, la silla vacía, retos de decir palabras con cierta letra, bailar, tomar tiempo para orar, meditar, aprender a espirar, antes de dormir poner músicas de relación y contar cuentos donde los niños expresen su creatividad libre”, dice la psicóloga.
La especialista en educación infantil indica que los juegos como stop, dominó o la lectura ayudan a desarrollar la mente; mientras que los juegos con pelotas o cuerda ayudan a la salud.
En los niños podemos encontrar un sinnúmero de conductas que nos pueden indicar que está padeciendo de exceso de estrés o ansiedad. Algunas señales:
1. Disminución o aumento del apetito.
2. Agresividad exagerada.
3. Duerme mucho o no puede dormir (Insomnio).
4. Pesadillas.
5. Dolor de estómago y/o de cabeza.
6. Enuresis (empieza a orinarse en la cama).
7. Sobresaltos cuando está dormido.
8. Frustración ante el mínimo estímulo.
9. Aumento de manera exagerada y descontrolada o disminución en actividad física.
10. Regresión ( el niño comienza a presentar conductas de etapas anteriores, como que lo tengan en brazos, hablar como niños más pequeños, etc)
11. Llantos sin motivos.