Monseñor Carlos Herrera, presidente de Cáritas de Nicaragua, la pastoral social de la Iglesia católica, informó que fueron forzados a decirle a las organizaciones sociales y personas naturales del extranjero, que dejaran de enviarles donaciones debido a que el régimen orteguista sigue sin actualizarles los documentos de operaciones de la entidad, y tampoco les entregan las exoneraciones de impuestos por lo que no pueden retirar los bienes de las aduanas.
“No dan el aval de las exoneraciones y sin eso hay que pagar todos los impuestos” para retirar los bienes y demás productos que reciben en concepto de donaciones Cáritas de Nicaragua, dijo Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega.
Como no han podido retirar los contenedores que contienen la ayuda de los cooperantes internacionales mandan a la institución benéfica de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), las bodegas centrales de Cáritas están vacías. Sus portones permanecen con candados.
En el Ministerio de Gobernación igual siguen retrasando entregar los avales de la documentación administrativa de Cáritas, a pesar de que se le han entregado los documentos establecidos en la ley como son las actas de junta directiva, libros contables y donaciones recibidas.
“Están vacías (las bodegas) porque la gente no está mandando y nosotros les hemos pedido que no envíen (donaciones) porque no las podemos retirar” en las aduanas, lamentó el presidente de Cáritas de Nicaragua.
Monseñor Herrera indicó que desde hace años enfrentan problemas para que la Dirección General de Aduanas (DGA) les libere los contenedores con las donaciones, puesto que el régimen orteguista les ha impuesto un bloqueo al no actualizarles los permisos de operatividad de la pastoral social de la Iglesia Católica.
“Han criticado a los obispos de la Iglesia que estamos apoyando el supuesto golpe de Estado, pero como pastores no hacemos nada de eso. Siempre hemos actuado rectamente”, afirmó monseñor Herrera.
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La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo mantiene una campaña de odio contra los oblispos y sacerdotes de la Conferencia Episcopal, debido a la posición de condena y denuncia hecha contra los crímenes del régimen cometidos en el país desde abril del 2018, con el estallido de las manifestaciones sociales demandando justicia por los asesinatos y demás abusos, la restitución de las libertades y elecciones adelantadas y transparentes.
Los obispos Silvio Báez, Abelardo Mata, Rolando Álvarez, el cardenal Leopoldo Brenes, el nuncio apostólico Waldemar Sommertang así como varios sacerdotes han sufrido agresiones físicas, verbales y son constatemente asediados en las redes sociales por los fanáticos de Ortega y Murillo. Las agresiones también las han recibido de la Policía Orteguista (PO).
Desde que los obispos de la Conferencia Episcopal participaron como mediadores de la crisis sociopolítica en el primer diálogo nacional, en mayo del 2018, han sufrido agresiones, persecuciones y campañas difamatorias por parte de la dictadura y sus fanáticos. El dictador Ortega el 19 de julio de ese año, durante el aniversario de la revolución, acusó a los obispos de la CEN de “golpistas” por mantener la denuncia de los crímenes del régimen.
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La represión ha sido con afectaciones económicas puesto que a Cáritas de Nicaragua no le entregan los certificados para seguir funcionando, además que las parroquias dejaron de recibir dinero del Presupuesto General de la República.
Al afectar los proyectos sociales de Cáritas de Nicaragua los perjudicados son las personas de escasos recursos, sobretodo los asilos de ancianos que son a los que van dirigidas las mayorías de las donaciones de organizaciones internacionales.