Además de lidiar con la mayoría de la cámara de diputados, que se opone a su gestión, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha puesto mano dura contra con los sectores empresariales que se resisten a acatar las medidas económicas que este ha adoptado para frenar el avance de la pandemia y llevar alivio a las familias más vulnerables.
Bukele ha recurrido a las redes sociales para orientar a sus distintos funcionarios aplicar todo el “peso de la ley” contra empresas tan poderosas como la telefónica Tigo o el mismo sector bancario, incluidas las maquilas, que son fuentes importantes de generación de empleos.
El primer encontronazo fue a inicios de este mes, cuando Bukele, que tiene fuertes vínculos con el sector privado, ordenó a los bancos a devolver a los salvadoreños los 300 dólares que estos habían recibido en concepto de subsidio, luego que algunas entidades financieras decidieran descontar de ese monto deudas en mora de sus clientes.
«Hay bancos que tuvieron la asquerosa idea de LIMPIAR SU MORA con el dinero de EMERGENCIA de la gente más vulnerable para COMIDA. Esos bancos van a ir a buscar a la gente a sus casas, les devolverán el dinero robado y publicarán disculpas públicas o serán cerrados inmediatamente», dijo Bukele en sus redes sociales.
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De inmediato el Banco Agrícola de El Salvador divulgó una disculpa pública y calificó de error haber descontado del subsidio de los salvadoreños las deudas en mora.
Mano dura contra telecomunicaciones
La situación entre Bukele y el sector privado se volvió a repetir ayer, luego que orientara sanciones contra las telecomunicaciones, ante la negativa de estas supuestamente de acatar sus orientaciones. En particular, el mandatario salvadoreño se lanzó contra Tigo.
“Señores @TigoElSalvador, ustedes son la empresa de telecomunicaciones que más se rehúsa a aplicar las medidas ordenadas por el Gobierno y que más están afectando a los salvadoreños. He instruido al Superintendente @Manuelsv a que proceda con todo el peso de la ley”, escribió Bukele en Twitter.
De inmediato, Manuel Aguilar, el titular de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones de El Salvador, le respondió a Bukele que de inmediato procedería a acatar sus orientaciones e instruyó a un equipo técnico de la entidad “para cumplir sus instrucciones en esta emergencia por #COVID2019”.
Ante ambas situaciones, Tigo recurrió a sus redes sociales para responder a Bukele tras su orientación. “Señor Presidente, hemos cumplido lo acordado y nuestros clientes están conectados. Durante la emergencia hemos trabajado con su Gobierno para apoyar a los salvadoreños. Seguiremos trabajando con el Superintendente @Manuelsv, para identificar si existen situaciones por solventar”.
Todo esto ocurre en momentos en que el presidente salvadoreño anunció el mes pasado, que como medida para garantizar que las familias se quedaran en casa, ordenó una moratoria de tres meses en el pago de alquileres, créditos y gastos básicos como luz, agua, teléfono e internet. Además diseñó un paquete de ayuda de 300 dólares, equivalente a un salario mínimo en ese país, para las personas afectadas por la pandemia.
También las zonas francas
Atrás no se han quedado las empresas de zona franca. Por la mañana del 13 de abril, Bukele también lanzó duras amenazas a empresas que decidieron abrir sus puertas y reiniciar operaciones en medio de la propagación del virus.
“Tenemos información de varias empresas no autorizadas abriendo operaciones, especialmente maquilas. Cierren inmediatamente antes de que el Gobierno tenga que llegar a hacerlo”, dijo.
Y agregó: “En caso de que lo haga el Gobierno, el cierre será permanente y todos sus permisos serán revocados”.
FMI le suelta millones a Bukele
El presidente de El Salvador ha mostrado uno de los mayores liderazgos en la lucha contra la pandemia en Centroamérica, lo que le ha valido colocarse a la cabeza en cuanto a popularidad y respaldo a sus medidas de contención.
El mismo Fondo Monetario Internacional se lo reconoció hoy, al aprobarle uno de los montos más significativos en préstamos para los países de Centroamérica en medio de la lucha contra el coronavirus. Le dio 389 millones de dólares para afrontar la pandemia.
“El Salvador ha adoptado medidas estrictas para prevenir y contener la pandemia desde principios de febrero—incluso antes de que se diagnosticara el primer caso—las cuales incluyen restricciones de viaje, la cuarentena obligatoria para ciudadanos expuestos, la suspensión de operaciones no esenciales del sector público y privado, y un decreto nacional de cuarentena domiciliar. Se espera que estas medidas de contención, junto a la desaceleración de la económica mundial, inmovilicen la actividad económica a corto plazo y causen un deterioro temporal de las posiciones fiscales y externas del país”, dijo el FMI.
“Esta asistencia financiera de emergencia representa el primer desembolso del FMI a El Salvador en más de tres décadas en el marco de un acuerdo de préstamo”, indica.
Se espera que el préstamo del Fondo ayude a preservar el espacio fiscal y a catalizar un financiamiento significativo por parte de otros organismos multilaterales, indicó.
En el comunicado de anuncio de aprobación del préstamo, Mitsuhiro Furusawa, Subdirector Gerente y Presidente en Funciones, dijo: “Las autoridades han adoptado medidas rápidas para mitigar las consecuencias económicas de la pandemia, las cuales incluyen transferencias focalizadas de efectivo a hogares vulnerables y de alivio tributario para las empresas afectadas. El financiamiento de emergencia del FMI en el marco del Instrumento de Financiamiento Rápido proporcionará la liquidez necesaria para apoyar la respuesta de las autoridades ante la crisis, ayudará a financiar el aumento del gasto en salud y catalizará asistencia adicional por parte de otros organismos multilaterales, que se requiere para reducir la brecha de financiamiento restante y aliviar la carga del ajuste. Es fundamental asegurar el desembolso oportuno de los fondos, así como la transparencia en su rendición de cuentas y presentación de informes con el fin de garantizar su uso apropiado”.
Ya Honduras había recibido una aprobación de 143 millones de dólares. LA PRENSA conoció que también el régimen de Daniel Ortega anda en búsqueda de fondos, pero hasta ahora no se ha anunciado ninguna aprobación al respecto.