Tras 34 días sin dar la cara a la ciudadanía, el dictador Daniel Ortega apareció este miércoles 15 de abril, en una comparecencia transmitida en cadena nacional obligatoria de radio y televisión, en la que no anunció ninguna medida para prevenir el contagio masivo del nuevo coronavirus (Covid-19), lo que hace pensar a los críticos que solo dio la cara para dar una prueba de vida y alentar a su militancia.
Ortega no dio ninguna señal que indique que aplicará las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y de Organización Mundial de la Salud (OMS), como el cierre de fronteras, cuarentena nacional, restricción de viajes, cierre de centros educativos y universidades. Tampoco se vio interesado en dar un ejemplo personal, porque antes de sentarse a dar su discurso, saludó a todos los funcionarios presentes con un apretón de manos, además que estaban ubicados con la distancia habitual en su casa y despacho de gobierno.
“En medio de esta pandemia no se ha dejado de trabajar, porque aquí si se deja de trabajar, el país se muere y si el país se muere, el pueblo se muere”, dijo Ortega en una parte de su discurso. “Imagínense si mandamos a la policía a aislarse y al ejército a aislarse… desaparece el país”, manifestó Ortega.
El dictador manifestó que el país enfrentará la pandemia “con recursos limitados”, “con mucha paciencia y disciplina”, con “abnegación de los trabajadores de la salud”, “con participación ciudadana”, “con mucha disciplina de los trabajadores”, pero sin medidas concretas.
Ortega reapareció rodeado de los funcionarios de su gabinete de Gobierno. Habló solo él por al menos 25 minutos que duró la transmisión especial, anunciada desde el mediodía por la primera dama, vicepresidenta y vocera, Rosario Murillo.
Aunque desde el comienzo de su discurso Ortega habló de la pandemia que ha estado azotando al mundo, mientras él estaba ausente públicamente, su mensaje en general estuvo dirigido a minimizar los efectos mortales de esta enfermedad. Mencionó una lista de otras enfermedades, epidemias, las muertes por guerras, estadísticas de fallecimientos por accidentes de tránsito, por VIH-SIDA, suicidios, como queriendo restar importancia a los más de 100 mil decesos en el mundo por el contagio del nuevo coronavirus (Covid-19), solo en cuatro meses que apareció este nuevo tipo de coronavirus. En una parte de su discurso dijo que “no es la primera vez que una pandemia afecta el mundo”.
Ortega aseguró que el país tiene “las capacidades para atender a la población”, al hablar del sistema de salud. Aprovechó el tema de la pandemia, para exigir cambios en todo el mundo, mencionando específicamente que la organización de Naciones Unidas tiene que “cambiar, tiene ser refundada”.
Sin referirse a su ausencia
Aunque no hizo ningún tipo de referencia a su mes sin dar la cara a la población, sí mencionó que desde el 11 de marzo pasado, un día antes de aparecer por última vez hasta este 15 de abril, fue declarada la pandemia del nuevo coronavirus (Covid-19). Reconoció que en ese período que él estuvo ausente, murieron al menos mil 200, pero solo una por coronavirus en Nicaragua, según los reportes oficiales.
Durante su ausencia de más de un mes, hubo fuertes rumores sobre su estado de Salud, incluso había quienes hablaban que estaba muerto. En la transmisión de este miércoles, a muchos televidentes les llamó la atención el tono de la piel de sus manos, que se veían pálidas y su rostro aparentemente maquillado, con un base uniforme en todo el contorno de la cara.
Luego de terminada su comparecencia, el dictador se dedicó a saludar y dar la mano a los funcionarios asistentes, en clara contradicción con las recomendaciones de las entidades especializadas sobre el distanciamiento social para enfrentar la pandemia. Esto recordó el caso del presidente mexicano Andres López Obrador, quien tenía la misma costumbre al inicio de la crisis sanitaria. México actualmente es el tercer país de la región latinoamericana con más afectados por el Covid-19.
Aunque Telcor anunció que la comparecencia sería a las 2:00 de la tarde, el dictador apareció más de tres horas después siguiendo su acostumbrados retrasos en actos públicos.
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Durante último mes, el dictador nicaragüense ha sido el único presidente ausente ante la pandemia, mientras el resto de mandatarios de América y el mundo han estado al frente de la crisis sanitaria adoptando medidas de prevención sugeridas por la OMS, así como planes económicos para ayudar financieramente a la población que ha perdido sus empleos, los trabajadores informales y otros más vulnerables, así como a las empresas.
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“Fue una prueba de vida a su militancia”
El opositor y director ejecutivo de la Alianza Cívica, Juan Sebastián Chamorro, consideró que el objetivo de la comparecencia de Daniel Ortega fue darle “una prueba de vida a su militancia”, pero no para ponerse al frente de la pandemia.
“De lo que menos habló fue de coronavirus. Habló de los países ricos, del gasto militar, de bombas atómicas, de sistemas de salud privados, habló un montón de cosas, pero no mencionó ni una sola medida”, dijo Chamorro.
Chamorro hizo ver la contradicción de Ortega cuando critica el gasto armamentista internacional, cuando él ha incrementado el gasto dirigido a la represión policial para atacar, agredir y matar a ciudadanos críticos y opositores. Y también ha comprado tanques de guerra rusos.
En el momento del discurso de Ortega, el obispo auxiliar Silvio Báez escribió en su cuenta de Twitter: “Discurso evasivo, falaz e irresponsable”.
En #Nicaragua. Discurso evasivo, falaz e irresponsable.
— Silvio José Báez (@silviojbaez) April 16, 2020