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Luis Sepúlveda. LA PRENSA/FACEBOOK

Los tres mejores libros Luis Sepúlveda, el escritor chileno que murió por Covid-19

Sepúlveda, de 70 años, vivía en Gijón, Asturias desde 1997, donde se instaló como exiliado de la dictadura de Augusto Pinochet.

El escritor, periodista y cineasta chileno, Luis Sepúlveda, que diagnosticado con coronavirus los primeros días de marzo, falleció este jueves informaron sus familiares.

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El autor se convirtió en el primer caso de Covid-19 en Asturias y el segundo de nacionalidad chilena en contraer el virus declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como pandemia. Él estaba internado en en el Hospital Universitario Central de Asturias, en el norte de España.

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Sepúlveda, de 70 años, vivía en Gijón, Asturias desde 1997, donde se instaló como exiliado de la dictadura de Augusto Pinochet.

Aquí te dejamos sus tres mejores libros.

Juan Herranz, a través de su blog, realizó está selección y dijo que ” leer a Sepulveda tiene el doble valor de un oficio ganado con absoluta solvencia desde los primeros relatos de juventud y de una intención concienciadora, movilizadora. Novelas que narran muy distintas formas de vida, que plantean viejos dilemas existenciales y que no se olvidan de los intensos deseos y pulsiones que acaban moviendo al ser humano”.

1. La sombra de lo que fuimos

En un viejo almacén de un barrio popular de Santiago de Chile tres sexagenarios esperan impacientes la llegada de un hombre. Cacho Salinas, Lolo Garmendia y Lucho Arencibia, tres antiguos militantes de izquierda, derrotados por el golpe de estado de Pinochet, condenados al exilio y al desarraigo, vuelven a reunirse treinta y cinco años después, convocados por Pedro Nolasco, un antiguo camarada al que esperan para ponerse a sus órdenes y ejecutar una temeraria acción revolucionaria. Pero cuando Nolasco se dirige a la cita en el almacén, muere de forma grotesca, golpeado por el destino ciego en forma de un tocadiscos lanzado desde una ventana en medio de una violenta discusión conyugal.

El plan parece haberse ido al garete por la muerte del líder hasta que Garmendia se dirige a sus compañeros y, recordando la expresión favorita de su difunto compañero, les dice: “¿Qué, nos la jugamos?”.

La sombra de lo que fuimos es un virtuoso ejercicio literario puesto al servicio de una emotiva historia crepuscular y una reivindicación de los perdedores. Una novela escrita con el corazón y con el estómago, que no puede dejar de conmover al lector, arrancar su sonrisa y hasta su carcajada y, a la postre, hacerle reflexionar.

Según Herranz “la sensación que ofrecen Carlos, Lolo y Lucho es la de estar marcados por ese destino irreconciliable en el que toda esperanza acaba fraguándose en la nostalgia de lo que no se pudo hacer.Pero el humano no conoce la resignación, no debe conocerla si pretende mantener su condición de humano”.

2. Un viejo que leía novelas de amor

Antonio José Bolívar Proaño vive en El Idilio, un pueblo remoto en la región amazónica de los indios shuar (mal llamados jíbaros), y con ellos aprendió a conocer la Selva y sus leyes, a respetar a los animales y los indígenas que la pueblan, pero también a cazar el temible tigrillo como ningún blanco jamás pudo hacerlo. Un buen día decidió leer con pasión las novelas de amor -«del verdadero, del que hace sufrir»- que dos veces al año le lleva el dentista Rubicundo Loachamín para distraer las solitarias noches ecuatoriales de su incipiente vejez.

En ellas intenta alejarse un poco de la fanfarrona estupidez de esos codiciosos forasteros que creen dominar la Selva porque van armados hasta los dientes pero que no saben cómo enfrentarse a una fiera enloquecida porque le han matado las crías. Descritas en un lenguaje cristalino, escueto y preciso, las aventuras y las emociones del viejo Bolívar Proaño difícilmente abandonarán nuestra memoria.

Esta edición especial conmemora el aniversario número 50 de Tusquets Editores.

“Muchos de los títulos de Luis Sepúlveda despierta esa sensación de inevitable decadencia con un ligero tinte de esperanza. La simple idea del viejo leyendo historias de amor nos despierta la idea de lo imposible, del plazo vencido para amar, de los recuerdos… Esta novela con la que Sepúlveda dio un gran salto literario”, dijo Herranz.

3. Diario de un killer sentimental y Yacaré

Con Diario de un killer sentimental y Yacaré, dos novelas cortas reunidas aquí en forma de libro, Luis Sepulveda se adentra de lleno en el genero políciaco que tanto le ha gustado desde siempre. Sí, en la primera, el asesino a sueldo infringe con su enamoramiento todas las normas de su implacable profesión, en la segunda, el investigador de una companía de seguros no puede evitar saltarse a la torera los límites de su misión, dejándose llevar por su fino olfato de antiguo agente de policía.

Y, mientras el asesino a sueldo conduce al lector desde Paris a Madrid y desde Estambul a México en busca de su futura victima -un blanco nada fácil de encontrar ni de definir-, el investigador de la companía de seguros, tras cambiar su cálida y tranquila oficina de Zurich por las gélidas calles de Milán, se introducirá en el desconocido mundo de los indios panare, misteriosos habitantes del sur de Brasil cuya existencia gira en torno a los yacares, pequeños cocodrilos que, como se vera, valen su peso en oro.

Para Herranz “estas dos novelas cortas son dos rarezas en la extensa bibliografía del autor. Se trata de dos tramas policíacas, escritas como si Luis Sepúlveda se hubiera dedicado todo el día a escribir novelas negras”. Agrega que “ambas novelas se leen de manera ágil y con ese ritmo inquietante que salpica toda construcción con vocación noir. Muy interesantes para descubrir otra faceta del escritor y con las que el género negro en general ganó un aporte especial de uno de los grandes de nuestros días”

 

 

 

Cultura coronavirus covid-19 escritor OMS archivo

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