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zonas franca, máquilas, Nicargua

La pandemia del coronavirus está dejando en evidencia la mala calidad de los sistemas de salud y de seguridad social en Centroamérica y uno de los sectores más afectados son las trabajadoras de las maquilas, denunció la Redcam. LA PRENSA/ ARCHIVO

En manos de Ortega está salvar la mayoría de los 123,000 empleos de zona franca. Esta es la razón

Zona franca está entrando en un proceso de paralización de sus operaciones como consecuencia de la caída de pedidos internacionales. Pero la mayoría de estas empresas tienen un potencial que Ortega está desaprovechando y que podría ayudar a salvar la mayoría de los empleos si se explota. Esta es la estrategia

Mientras a nivel mundial los gobiernos están echando mano de sus propias industrias para fabricar insumos médicos de primera necesidad para hacer frente a la escasez de estos en los mercados internacionales, en Nicaragua el régimen de Daniel Ortega se hace “el ciego” con el potencial que ofrecen las empresas de confección de zona franca, las que tienen capacidad para fabricar mascarillas y gabachas médicas para el mercado local.

Además de apoyar a esta industria, que puede producir a escala mascarillas, por ejemplo, para que el Estado las reparta masivamente entre la población para protegerse del contagio del virus, esto  permitiría que las empresas de zona franca no se paralicen por falta de pedidos e insumos, lo que ayudaría a garantizar el empleo de la mayoría de los 123 mil trabajadores de la industria.

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En los Estados Unidos, por ejemplo, el Gobierno de Donald Trump recurrió a varias de sus industrias para que estas fabriquen ventiladores. El 22 de marzo, Trump autorizó a Ford, GM y Tesla para que empezaran a producir ventiladores y otros insumos para hacer frente a la demanda de estos productos ante la especulación del mercado.

Y si bien Nicaragua no tiene industrias para producir ese tipo de maquinarias médicas, tiene a la  zona franca, donde más del 60 por ciento son empresas dedicadas a la confección textil, algunas de las cuales están produciendo mascarillas y batas, pero por encargos internacionales.

Dean García, director ejecutivo de la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y Confección (Anitec), reconoció que fabricar estos insumos médicos  “ahora se está viendo como alternativa para mantener el empleo; muchas empresas se están reconvirtiendo no solo para hacer mascarillas, si no también gabachas médicas, gorros médicos. Ahorita en Nicaragua una empresa está sacando un pedido de mascarillas para exportar”.

No obstante, para que las maquilas puedan producir estos insumos para Nicaragua, estas deben contar con un permiso del Ministerio de Fomento, Industria y Comercio (Mific) y se deben también hacer ajustes legales  para que el cien por ciento de esta producción pueda ingresar al mercado nacional libre de impuesto y hacerlas más accesibles a los nicaragüenses.

García explica que  “la zona franca es un régimen especial que se dedica a la exportación. Si estas mascarillas en algún momento tienen que ser vendidas en el mercado nacional, habría que hacer las coordinaciones con el gobierno, para que permita que más allá de lo que estipula la Ley 917, se pueda vender el 100 por ciento de esas mascarillas en el mercado nacional, porque la ley solo estipula que un 30 por ciento de la producción de zona franca puede ir al mercado local”.

El reglamento de la Ley 917, Ley de Zona Franca de Exportación, en el artículo 49, establece que: “las actividades de zona franca estarán orientadas exclusivamente a la exportación, sin embargo, se podrá permitir exportaciones de productos de zonas francas al territorio aduanero nacional siempre que no constituya una evidente desventaja para producción nacional. Las empresas productoras de bienes interesadas en introducir parte de sus productos para ser consumidos en el territorio nacional deberán solicitar previamente autorización al Mific”.

En cualquier caso, si se requiriera una reforma de Ley, el régimen de Daniel Ortega mantiene el control mayoritario de la Asamblea Nacional.  Las empresas de zonas francas no solo pueden producir para abastecer a los privados sino también para el Estado, que cuenta con dos millones de dólares donados por el Gobierno de Taiwán y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para gastarlos en todo lo relacionado con la pandemia.

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Hay que flexibilizar la ley

La extitular del Ministerio de Fomento,  Industria y Comercio y actual diputada opositora,  Azucena Castillo reconoció que  el gobierno puede flexibilizar la ley para que las empresas de confección de zona franca  puedan producir las mascarillas para el territorio nacional.

“Creo que el gobierno puede flexibilizar el reglamento y dejar que entre como si fuera para la exportación. Yo diría que es necesario que en este momento de la pandemia le den la oportunidad a la zona franca de producir para el mercado nacional, libre de todo tipo de gravamen, para que la gente compre casi al costo, si el mismo presidente  Donald Trump mandó a la Generic Motor a fabricar ventiladores”, dijo Castillo.

El extitular  de la Dirección General de Ingresos, Róger Arteaga manifestó que sí hubiera voluntad del gobierno, bastaría con una orientación en momento de emergencia sanitaria mundial, donde casi 150 mil personas han perdido la vida y más de dos millones se han infectado.

“Cualquier maquiladora para poder vender localmente, como entró sin pagar impuestos y  exporta sin pagar impuesto. Si quieren vender algo a lo interno, tiene que pagar impuesto o pedir un permiso al Mific para que le autoricen vender una parte de sus productos internamente, es decir solo con permiso pueden vender internamente sin pagar impuestos”, explica Arteaga.

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“Entiendo que no hacemos mascarillas en Nicaragua, hacemos ropa y pantalones, si la empresa logra transformar su proceso a hacer mascarillas, entonces puede ir al ministerio y el ministerio en un país normal autorizaría para abastecer localmente el consumo de mascarillas. Aquí es beneficio para ambos, para la zona franca porque puede vender y para el gobierno porque puede evitar utilizar dólares para importar mascarillas de fuera”, agregó.

La Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias de Estados Unidos reconocieron que el uso de mascarilla en toda la población es fundamental para frenar la expansión de este virus. En Centroamérica en varios países ya es obligatorio el uso de este protector para los que deban salir de sus casas en pleno confinamiento.

Zona franca tienen la capacidad para hacer mascarillas

¿Pero tiene capacidad la zona franca para fabricar a escala  mascarillas? ¿Puede  fabricar como mínimo 18 millones de mascarillas de telas para repartir por lo menos tres por nicaragüense para que se protejan del contagio del virus?

Al respecto, García afirma: “Prácticamente todas las empresas de confección pueden hacer mascarillas, las 87 empresas de confección pueden hacer mascarillas, el tiempo para hacer estas mascarillas depende del tipo, si es de las mascarillas certificadas necesitan un poco más de tiempo porque hay que traer la maquinaria, pero si son de las mascarillas de telas, esas se fabrican en las máquinas de coser”.

Sobre la cantidad de mascarillas que se podría fabricar, García  dijo que no tenía idea, “pero serían bastantes, estamos hablando que una empresa de zona franca produce 120,000 docenas de pantalones a la semana, imagínese cuántas mascarillas pueden hacer, eso se puede quintuplicar”.

Pero además producir mascarillas en este tiempo, podría darle un respiro al sector de zona franca, que tras la expansión del coronavirus se ha quedado sin clientes externos, lo que ha obligado a algunas empresas a suspender operaciones temporalmente o a mandar a sus empleados de vacaciones,  pero al término de este mes se habrán acabado las opciones y el sector tendrá que replantearse una estrategia.

Ortega tiene la  oportunidad de evitar que este sector se paralice y que más de 123 mil queden sin trabajo.

Economía mascarillas Nicaragua Zona Franca archivo

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