El obispo de la Diócesis de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez Lagos, consideró que “Nicaragua carga sobre sus hombros una doble crisis”, tanto la sociopolítica que arrastra desde abril de 2018, como la generada por la pandemia del Covid-19. De hecho, por esta última causa, las misas en las 28 parroquias de la Diócesis continúan siendo celebradas a puertas cerradas, sin la asistencia física de fieles.
Durante la festividad católica de Jesús de la Divina Misericordia, este domingo 19 de abril, el obispo exhortó a la feligresía a confiar “ilimitadamente” en que “todavía no todo está perdido”, aunque reconoció que a veces, “las tinieblas que podrían rondar nuestra vida” podría llevar a la tentación de pensar de que no hay solución.
Pero, la misericordia de Dios, dijo el obispo, puede llenar grandes vacíos y cambiar estados de ánimo incluso en Nicaragua, donde “pareciera (que es) la hora de las tinieblas”.
“En Nicaragua, nuestra historia reciente tiene recientes heridas, violencia, muerte, sangre inocente derramada, acusaciones falsas, cárcel injusta, familias separadas, migración forzada; y a nuestra historia reciente, le sumamos nuestro hoy, con esta pandemia que ha sumergido aún más a las familias en más pobreza, desempleo, desesperación, callejones sin salida. Pareciera la hora de las tinieblas”, dijo monseñor Álvarez en su homilía.
Agregó: “Digamos la verdad, Nicaragua carga sobre sus hombros una doble crisis: la que ya veníamos viviendo y seguimos experimentando, más la crisis mundial de la epidemia. Pareciera la hora de las tinieblas, pero eso es lo que ven nuestros ojos enceguecidos, porque no hemos podido ver, como (el apóstol) Tomás, la presencia resucitada, amorosa y misericordiosa del Señor”.
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“Confiemos, hermanos y hermanas, ilimitadamente en su misericordia, y veremos la gloria de Dios”, apuntó el obispo durate su mensaje en la catedral San Pedro Apóstol.
Misa por asesinados
Mientras tanto, en la iglesia de la Parroquia Santa María de Guadalupe, en el barrio Guanuca, el Movimiento 19 de Abril de Matagalpa recordó a los asesinados por la represión del régimen a las protestas ciudadanas surgidas desde abril de 2018, con una misa que presidieron los sacerdotes Ramiro Tijerino y Óscar Escoto.
Fotografías de los asesinados y algunas cruces negras fueron colocadas en las gradas frente al altar mayor del templo.
Banderas en bancas
Por su parte, el sacerdote Uriel Vallejos, administrador parroquial de la iglesia Divina Misericordia en la ciudad de Sébaco, optó por colocar banderolas en las bancas en representación de los feligreses en ocasión de las fiestas patronales de esa circunscripción eclesiástica.
Cada año, para esta festividad, la iglesia realiza una caravana desde Matagalpa, pasando por la Parroquia Santa Faustina Kowalska en la ciudadela Solingalpa y la parroquia San Juan Pablo II en la villa Chagüitillo, de donde parte una peregrinación hacia la Parroquia Divina Misericordia en el barrio Colinas del Mitch en Sébaco.
Este año, debido a la amenaza del coronavirus, las actividades masivas fueron suspendidas por la iglesia católica y la solemnidad de la Divina Misericordia fue a puertas cerradas.