La última vez que los nietos del dictador Daniel Ortega fueron a una aula de clases fue el viernes 20 de marzo. Eran pasadas las 7:00 de la mañana cuando pobladores cercanos al colegio Alemán Nicaragüense vieron la caravana de vehículos particulares guiadas por dos motorizados y protegida por dos patrullas de la Policía Orteguista (PO).
Desde entonces, están resguardados en la comodidad de su casa, protegidos de contagiarse de Covid-19, mientras sus abuelos desde El Carmen obligan a miles de estudiantes de los colegios públicos y centenares de maestros a exponerse a contraer el virus en las calles o en los mismos colegios.
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En los colegios públicos los padres enfrentan el dilema de exponer a sus hijos o perder el año escolar. “No es una decisión fácil”, dice un padre de familia.
Las autoridades del Colegio Alemán, como la mayoría de los colegios privados, tomaron la decisión de suspender las clases presenciales e impartirlas en línea como medida preventiva contra el Covid-19. Antes de que se confirmara el primer caso de coronavirus en el país (18 de marzo), algunos centros privados ya habían adoptado esta medida, pero más colegios se fueron sumando conforme aumentaban los casos.
El Colegio Alemán tiene permiso de impartir clases en línea hasta el próximo 30 de abril. “En la semana siguiente la dirección del colegio analizará la situación y decidirá como proceder”, declaró un delegado de ese colegio.
Régimen se rehúsa a suspender clases
Para que los colegios privados pudieran llevar sus clases en línea, estos debieron pedir permiso al Ministerio de Educación, Mined, institución que hasta el momento no ha rechazado ninguna solicitud. La mayoría de los colegios se les vence el permiso a finales de este mes.
Pero esta actuación del Mined contrasta y evidencia la negativa que tiene el régimen orteguista de tomar las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS) y suspender las clases a nivel nacional para evitar un mayor contagio del Covid-19.
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La OMS advirtió que en las próximas semanas la situación del virus en Latinoamérica se “intensificaría”, por lo que urgió a los Estados de la región a mantener las prácticas de prevención y ampliar las pruebas del Covid-19.
Sin embargo, el régimen no hace ni lo uno ni lo otro. A 35 días de que se revelara el primer caso de coronavirus en el país, y cuando se registran 10 casos positivos, Ortega se rehúsa a suspender las clases para la educación pública, pese a que desde las últimas semanas de marzo, docentes han reportado una baja asistencia de estudiantes.