Al menos 8,735 millones de córdobas fue el costo económico que tuvieron que pagar los hogares y empresas por la severa reforma a la Ley de Concertación Tributaria que el régimen de Daniel Ortega aplicó en marzo del año pasado, según reveló el Ministerio de Hacienda y Crédito Público tras publicar el informe de liquidación del Presupuesto General de la República 2019.
Según el balance presupuestario, en el 2019 los ingresos tributarios sumaron 73,278.4 millones de córdobas, superior a los 64,522.7 millones de córdobas en el 2018. Según un análisis realizado por un economista, que prefiere no ser citado, en términos nominales hubo un aumento de 13.6 por ciento en los ingresos tributarios, pero si se extrae el impacto inflacionario, el incremento real fue de 7.8 por ciento.
El aumento en la recaudación de impuestos en el 2019 se debió fundamentalmente a la reforma tributaria, admite Hacienda en el reporte. Es decir que en medio de una de las peores recesiones económicas, que ha aumentado el desempleo y la pobreza, el régimen de Ortega extrajo de las empresas y hogares casi nueve mil millones de córdobas adicionales para financiar la burocracia estatal.
Con la reforma tributaria, que quitó masivamente exoneraciones a sectores productivos, a varios productos de la canasta básica, a la vestimenta, maquinaria, y aumentó la extracción mensual de liquidez a las empresas, el régimen pudo revertir la caída de 12.3 por ciento que los ingresos fiscales habían experimentando en el primer trimestre del 2019 como consecuencia de la recesión.
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Generalmente los ingresos tributarios suelen caer en un economía en crisis, pero en Nicaragua, pese a la contracción de 3.9 por ciento, los contribuyentes fueron obligados a pagar más impuestos.
¿Cae el empleo?
Pero ¿de dónde provino el rendimiento de la reforma tributaria?, ¿cuáles fueron los impuestos que más pagaron los nicaragüenses?, ¿qué nos revela Hacienda sobre el impuesto directo que recae sobre los trabajadores?
El Impuesto sobre la Renta (IR) creció en casi todos sus componentes, excepto en un clave: el que grava las Rentas del Trabajo, es decir los salarios. “La caída en la recaudación del Impuesto sobre la Renta que grava las Rentas del Trabajo estaría reflejando la reducción del empleo verificada en el sector privado formal”, dice el economista.
La Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) ya había advertido que como consecuencia de la reforma y los estragos de la reforma tributaria más de 49 mil personas iban a perder su empleo formal en el 2019.
En IR Hacienda recaudó 33,035.8 millones de córdobas, superior a los 29,257.7 millones de córdobas en el 2018 (12.9 por ciento de aumento en términos nominales y 7.2 por ciento en términos reales).
De ese monto, 6,561 millones de córdobas fueron aportados por la Renta del Trabajo, inferior a los 6,779.7 millones de córdobas en el 2018. Una caída en este impuesto, significa que menos trabajadores están recibiendo salario en el mercado formal, un golpe severo incluso la Instituto Nicaragüense de Seguridad Social, que urge mejorar su base de afiliados.
Dentro del IR fueron la Renta de Actividades Económicas y la Renta del Capital las que más crecieron y en menor medida la Renta a Ganancias y Pérdidas de Capital, según datos de Hacienda y Crédito Público.
El economista explica que la Renta de Actividades Económicas, según el Informe de Liquidación Presupuestaria para 2019, el aumento “es resultado directo del ingreso adicional producto de las medidas implementadas en la reforma, así como de mejorasen algunas de las actividades económicas más afectadas en 2018”.
Y en el caso de la recaudación del impuesto sobre las Rentas del Capital, el informe establece de manera escueta que el fuerte incremento “es producto de la aplicación de la nueva tasa de retención de este rubro del IR, sobre ingresos extraordinarios por operaciones de venta de activos y otras operaciones relevantes en el período”.
Más IVA en medio de recesión
En tanto, el aporte del Impuesto al Valor Agregado (IVA) fue de 24,115.5 millones de córdobas, que aún con todas las medidas severas adoptadas con la reforma tributaria, esta contribución apenas creció 10.1 por ciento en términos nominales y 4.5 por ciento en su variación real.
Solo el IVA doméstico, es decir el que se paga a nivel interno y está estrechamente relacionado con la salud del comercio, aportó 9,525.5 millones de córdobas, un crecimiento de apenas cinco por ciento con respecto a los resultados del 2018.
“El Informe de Liquidación Presupuestaria también hace referencia a una recuperación en sectores que representan la mayor proporción de las ventas gravadas totales, como el sector comercio y manufactura, pero el aumento nominal de cinco por ciento es muy modesto, y la reducción real es de -0.4 por ciento, lo que indicaría que, sin reducción en las devoluciones y en las exenciones, se hubiese producido una caída real mayor” en el IVA doméstico, explica el economista.
De hecho el crecimiento del IVA, que golpea a todos por parejo, ocurrió pese a que el comercio en el 2019 experimentó una contracción de nueve por ciento en ese año, según el Índice Mensual de la Actividad Económica, publicado por el Banco Central de Nicaragua, lo que refleja el contexto negativo en el que se extrajo liquidez a esta actividad económica.
El IVA importado, el que grava los productos que son traídos desde el exterior, contribuyeron con 14,590.1 millones de córdobas, un aumento nominal de 13.7 por ciento.
Sobre este impuesto, Hacienda dice en su informe de liquidación que su crecimiento se debió “principalmente a un cambio positivo en la tendencia del valor de las importaciones CIF sin petróleo y derivados a partir del mes de mayo, siendo impulsado principalmente por un progreso en los bienes de consumo no duradero, bienes de consumo duradero, bienes de capital para la industria y equipo de transporte”.
Al respecto, el economista señala que esa afirmación de Hacienda no puede ser verificada debido a la ausencia de la publicación de las cifras correspondientes a las importaciones mensuales de 2019.
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Más ISC
Uno de los impuestos que más creció fue el Selectivo al Consumo, que suele recaer sobre la clase media. Este repuntó el año pasado 24.6 por ciento, pasando de 10,931.2 millones de córdobas a 13,616.4 millones de córdobas, es decir 2.685 millones de córdobas adicionales.
El ISC a los productos importados casi se duplicó. Este aportó 4,804.6 millones de córdobas, es decir 73.9 por ciento más que en el 2018. El doméstico repuntó 15.6 por ciento, al contribuir con 3,103.1 millones de córdobas al erario.
“Al apreciar el importante incremento en la recaudación del Impuesto Selectivo sobre bienes importados, resulta evidente que los considerables aumentos en las alícuotas no fueron suficientes para disuadir, en términos reales, el consumo de bebidas alcohólicas y de bienes de consumo importados gravados por el Impuesto Selectivo al Consumo, principalmente jugos, alcohol, aguas gaseadas, cerveza, refrescos y cigarrillos, todos afectados con la reforma a la LCT aplicada a partir del mes de marzo de 2019”, explica el economista.
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