Las oficinas de la delegación departamental, los dirigentes y la militancia de Ciudadanos por la Libertad (CxL) de Madriz son objetos de constante vigilancia, acoso e intimidación por parte de agentes de la Policía Orteguista que se apostan cerca del lugar o no permite las reuniones de esta agrupación política.
Pero no solo la dirigencia de CxL está en la mira de los agentes de la Dirección de Operaciones Especiales (DOES) de la Policía Orteguista (PO). También los líderes del Movimiento Campesino, expresos políticos, como el caso de Gonzalo Cáceres Hernández, Presidente de la Cámara Nacional de Turismo (CANATUR) en el departamento de Madriz, y otros dirigentes de organizaciones políticas y sociales de la ciudad de Somoto.
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Manuel González, Presidente departamental de Ciudadanos por la Libertad (CxL) en Madriz, expuso que en días recientes la casa de ese partido fue rodeada por unos 30 agentes de la Policía Orteguista (PO) armados y con pertrechos como si estaban en guerra.
“Aquí lo único que hay en esta oficina son archivadoras con papeles de fichas llenadas por la militancia de nuestro partido en los nueve municipios. Vimos un exagerado despliegue de policías armados acechando e intimidando a nuestra población”, enfatizó.
“Nos llama la atención que siendo nosotros un partido legamente constituido en este país no se respeta esa legalidad organizativa, pero también nos llama más la atención la retórica del gobernante (Daniel Ortega) y la vicepresidenta (Rosario Murillo) donde hablan de amor, reconciliación, paz y unidad, pero siguen con la represión, las amenazas y persecución”, añadió González.
Desde abril del 2018, cuando estalló la rebelión social en contra del régimen de la pareja presidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en la ciudad de Somoto, cabecera del departamento de Madriz, no ha parado la vigilancia de las casas y lugares de trabajo de líderes opositores a la dictadura por parte de hombres de civil y armados, supuestamente aparatos de inteligencia de la Policía orteguista (PO).
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De la misma manera operan grupos de civiles armados y parapolicías que salen todos los días de la Secretaria del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), ubicada en las inmediaciones del Templo Santiago Apóstol de la ciudad de Somoto. Se movilizan en camionetas y motos de instituciones del Estado y de la alcaldía somoteña para recorrer los barrios de esta localidad para acechar las casas de los opositores.
En la noche se pone un tranque (vallas metálicas sobre la calles adoquinada) alrededor de la casa de la Secretaria del FSLN, que vigilada por estos grupos civiles armados, que han establecido como un comando al interior del parque central, donde en una caseta ocultan armas de fuego, según fuentes ligadas al Frente Sandinista.
Muchos de estos parapolicías o civiles armados por la dictadura son funcionarios de instituciones del Estado, de las alcaldías orteguistas, o forman parte de los llamados combatientes históricos o fueron reservistas en los años ochenta. Apoyados por simpatizantes sandinistas acechan a diario las casas de unos 11 líderes opositores en los diferentes sectores de la ciudad de Somoto.