Mientras la mayoría de los embajadores de los Estados miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) urgieron fondos de emergencia en condiciones excepcionales a los organismos financieros internacionales para hacer frente a la crisis sanitaria y económica por el Covid-19, el representante del régimen orteguista, Luis Alvarado, se dedicó a pedir que se levanten las sanciones impuestas a los regímenes autoritarios como el de Nicaragua.
El Consejo Permanente de la OEA realizó una sesión extraordinaria de forma virtual este 24 de abril, en donde intervinieron el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado y el canciller de República Dominicana, Miguel Vargas, para solicitar al resto de gobiernos unirse en la propuesta costarricense de que los organismos financieros otorguen un alivio financiero a los países, con créditos a tasas de interés cero y de largo plazo.
Sobre esa propuesta, el embajador de Nicaragua Luis Alvarado dijo que la dictadura “tomamos nota”, pero no la respaldaron. El embajador orteguista leyó un comunicado del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo llamando a “la hermandad, la solidaridad” en la actual crisis sanitaria con fuertes efectos económicos. El discurso central del comunicado leído por Alvarado fue que se suspendan las sanciones y el bloqueo a regímenes autoritarios, porque supuestamente atentan contra la paz mundial.
“Aún resuenan la voces de los pueblos como el nicaragüense y naciones del mundo que demandan que se ponga fin a las políticas unilaterales ilegales llamadas sanciones, que se condone la deuda a los países pobres y cese el bloqueo económico y financiero que se sigue manteniendo en contra diversas naciones del planeta, en contravención de los principios del Derecho Internacional, y de los propósitos y principios de la carta de las Naciones Unidas, cuya transgresión pone en peligro la paz y la seguridad internacionales”, expuso el representante orteguista en la OEA.
Estados Unidos, la Unión Europea y Canadá han impuesto sanciones a las dictaduras de Irán, Cuba, Venezuela, China y Corea del Norte por las violaciones a los derechos humanos a sus pueblos, así como por la corrupción.
En Nicaragua son sanciones individuales
En el caso de Nicaragua no hay sanciones como Estado, solo existen individuales a 16 funcionarios del círculo de poder de Ortega, que incluyen a Murillo, vicepresidenta designada y esposa del dictador. Dos de los hijos de la pareja presidencial, Laureano y Rafael Ortega Murillo son parte de los sancionados. También hay cuatro empresas privadas de la familia presidencial sancionada y la única institución de Estado es la Policía Orteguista, brazo represor contra los ciudadanos.
Presentación del Canciller de #RepúblicaDominicana 🇩🇴, @MiguelVargasM en la Reunión virtual del Consejo Permanente de la #OEA para considerar situación de #COVID19 en el Hemisferio. @MIREXRD #coronavirus
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— OEA (@OEA_oficial) April 24, 2020
La OEA es el segundo foro internacional en el que la dictadura orteguista gestiona se suspendan las sanciones a los regímenes señalados de cometer abusos a los derechos humanos. A finales del pasado marzo, el canciller orteguista Denis Moncada junto a otros ocho dictaduras, envió una carta al secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que gestione para que la UE y Estados Unidos suspendan las medidas las medidas unilaterales, aduciendo que les limita la capacidad de respuesta a la crisis sanitaria.
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Canadá responde a Nicaragua
Solo el representante permanente de Canadá, Hugh Adsett, aludió a la postura de Nicaragua, reclamando que la crisis sanitaria del Covid-19 “no debe ser utilizada para debilitar a la democracia” por parte de los gobiernos.
“Debemos trabajar para que no haya exceso de fuerza y violación a los derechos humanos…tenemos que responsabilizar a los culpables si se realizan estas acciones porque pueden tener efectos corrosivos a largo plazo”, dijo el embajador Adsett.
BID expone panorama sombrío
El Consejo Permanente de la OEA conoció las perspectivas sombrías para la economía regional debido a la pandemia del coronavirus, cuyas consecuencias podrían ser el colapso del sistema sanitario, reducción de la capacidad productiva por lo que habría menos alimentos disponibles para satisfacer la demanda lo que conduciría a una hambruna, aumento de la pobreza por la falta de empleo y grandes déficit fiscales de los gobiernos por la caída de las inversiones.
El economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Eric Parrado, expuso en la la reunión virtual que los Estados deben “atender la curva de la recesión” de forma inteligente.
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Menos preparados para una recesión
Parrado señaló que contrario a la recesión económica mundial del 2008 y 2009, en esta ocasión la región latinoamericana y del Caribe “hoy en día están menos preparados porque las deudas aumentaron”. Los países pasaron de tener deudas externas que representaban el 40 por ciento de sus Producto Interno Bruto (PIB) a equivaler el 62 por ciento con relación al PIB.
“Eso deja menos espacios para hacer política fiscal contracíclica”, afirmó Parrado. “Los paquetes fiscles para mantener ingresos y empleo será reducido, por ello el apoyo de multilaterales será decisivo”, insistió el economista jefe del BID.
El presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, está liderando las acciones del hemisferio para obtener fondos de emergencia viables de asumir por los países, que les faciliten responder a la crisis inmediata como para implentar planes de recuperación de sus economías.
“Es imperativo lograr un apoyo para el alivio de los países más pobres sin dejar de lado a los países de renta media. Pido su apoyo para que generemos condiciones financieras de tasas fijas, a largo plazo y ojalá de tasas cero. Es dificil pero no imposibles. De esto depende el futuro de nuestra región”, abogó Alvarado en su mensaje a los embajadores en la OEA.
El canciller de República Dominicana, Miguel Vargas, participó en la sesión virtual para respaldar a Alvarado en el llamado a que los 35 estados de la OEA actúen coordinadamente en la solicitud de fondos de emergencia para evitar la profundización de los impactos en la salud de las personas y de la sostenibilidad productiva de los países.
República Dominicana propuso la creación de un fondo especial coordinado por Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud (OMS), la FAO, PMA, Unicef “con el único objetivo de fomentar la habilidad alimentaria y de salud, principalmente en países en vías en desarrollo”.
Vargas señaló que los gobiernos quedarán debilitados fiscalmente cuando pase la pandemia, lo que “reducirá la capacidad de cumplir con sus obligaciones financieras”. Por lo que el canciller dominicano recomendó que desde ya, los organismos internacionales estén dispuestos a “renegociar las obligaciones de pago de sus deudas” de los países de la región de las Américas.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, respaldó las propuesta de Costa Rica para que los organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), faciliten préstamos en condiciones excepcionales, porque los sistemas de salud, los hogares y las empresas necesitan ahora ahora y después, cuando se supere la pandemia del Covid-19.
“El apoyo tiene horizonte incierto. Serán necesarios recursos para múltiples demandas, sin horizonte certero de repago, esa es la realidad. (Pero) sino se garantizan esos recursos, la población se verá arriesgada en su salud frente a la pandemia o arriesgar sus condiciones de vida, alimentación y seguridad”, advirtió Almagro.
Otros mecanismos viables para Almagro es que los organismos multilaterales dispongan de “bonos a perpetuidad”, donde las obligaciones de los gobiernos es pagar los intereses pero no el capital del préstamo.
La Secretaría General de la OEA llamó a los países desarrollados a capitalizar a las entidades financieras para que brinden fondos no reembolsables a los gobiernos. La renegociación de la deuda entre los países y los organismos será necesaria también será requerido.