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Zona de Strikes: Ariel “Panal” Delgado era puro fuego

Ariel "Panal" Delgado es un símbolo de consistencia y durabilidad en el beisbol nacional. Jugó durante 29 años y acumuló admirables cifras

Era común ver a Ariel Delgado con el tórax inflado, la mandíbula apretada y su mirada amenazante, mientras blandía el bate como si de un carnicero se trataba.

Irradiaba confianza absoluta. Su ego era monumental pero siempre se encargó de que su producción sobre el terreno de juego, estuviera a tono con su apariencia.

Y así, impulsado más por su orgullo que por su pasión, escribió una de las historias más brillantes en el beisbol nacional, en la que se aprecia consistencia y durabilidad.

Bateador de contacto y de poder, “Panal” se retiró tras 29 temporadas con .315 en el average ofensivo, 1,785 hits, de ellos 235 jonrones y 1,113 remolques en su carrera.

Pero además, Ariel era un defensor de lujo en tercera. Junto a Arnoldo Muñoz y Julio Medina, levantaron un muro en León y en la Selección Nacional, en la que estuvo 17 años.

De acuerdo a estadísticas de Martín Ruiz, “Panal” acumuló promedio de .342 en la Selección y disparó 22 jonrones, con presencia de relevancia en los momentos cruciales.

A nivel local, bateó sobre .300 en 16 de 29 campañas. En 11 ocasiones disparó por lo menos diez jonrones, entre ellos los 21 de 1995 y 21 en 1999, pese a jugar en el espacioso estadio de León.

Fue campeón siete veces con los Leones, a veces junto a Julio Medina, Julio Moya, Epifanio Pérez o Henry Roa, pero siempre él ahí, presente en cada uno de esos títulos.

Su jonrón contra el curvista Manuel Cerda del Frente Sur el 24 de febrero de 1987 en un juego extra en Masaya, es sin duda, su impacto más estremecedor en su fantástica carrera.

Entre 1982 y 1999, fue una pieza vital en la Selección. La primera etapa -nueve años- en la tercera base y después como designado. Guante en mano, era una garantía.

Delgado fue líder de bateo del Pomares en 1986 con promedio de .354, superando por una nariz a Berman Suárez con .352. También fue líder en jonrones dos veces y una vez en impulsadas.

Esa fue probablemente su etapa cumbre. Incluso, en 1987, resultó el mejor tercera base de la Copa Simón Bolívar en Venezuela, por encima de don Omar Linares de Cuba.

“Panal” se parece mucho al tercera base desde la perspectiva profesional: poder al bate, defensa solvente y brazo sólido. Todo eso lo tenía. Al menos ahí en tercera, es el mejor que he visto.

Cuando se hizo la transición al bate de madera en 1999, el leonés tenía 39 años y luego de ese año, bateó para .301 en sus siguientes 312 juegos. Incluso, fue líder en jonrones con 13 en el 2000.

A “Panal” solo le faltó ser más veloz en las bases para ser considerado un jugador sin huecos, pero su bate y su guante, y sobre todo, su ego, lo llevaron a convertirse en una leyenda.

En este país, en el que hemos contado con formidables antesalistas como Artilio López, Valeriano Mairena, Henry Roa y Norman Cardoze, es difícil ponerse delante de “Panal”.

Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR 

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