Desde su casa de habitación donde mantiene la cuarentena junto a su familia, el dictador Daniel Ortega hizo su intervención pública por la víspera del Día Internacional de los Trabajadores, mañana 1 de Mayo, lanzando un discurso virulento contra el gobierno de los Estados Unidos (EE.UU.) demandándole suspender las sanciones a los regímenes de Cuba, Venezuela y a sus funcionarios del régimen de Nicaragua.
“Lo ideal es que el gobierno de los Estados Unidos actuará realmente con valentía y asumir un liderazgo respetando a todas las naciones, y suspendiendo todas las agresiones. Ojalá que reflexionen y lo hagan, porque sería la mejor señal que recibiría el mundo para seguir enfrentando la pandemia”, dijo Ortega la noche de este jueves.
Sigue sin presentar un plan para enfrentar la pandemia
El dictador sigue sin presentar un plan de emergencia para enfrentar la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19 en Nicaragua. A pesar de que su régimen minimiza la crisis sanitaria, la utilizó como excusa para que le suspendan las sanciones que pesan a un grupo de altos funcionarios orteguistas y a las empresas de su familia.
El dictador, que está en cuarentena, criticó a quienes promueven quedarse en casa como una medida para evitar el contagio y propagación del coronavirus. “La pandemia le cae muy bien a muchos capitalistas. “Quedate en casa”, ese es un discurso de los mismos que hicieron hundirse al país en 2018”, dijo Ortega refiriéndose a rebelión cívica.
Ortega salió de su encierro por motivos del 1 de Mayo, pero la celebración la hizo en cuarentena en su casa con 22 ministros y ni un solo obrero. El año pasado el acto se realizó en el Olof Palme donde estuvieron los sindicatos orteguistas y demás grupos infaltables como la Juventud Sandinista y todos sus ministros.
El dictador y su familia cumplió este 30 de abril 69 días encerrados en su casa practicando el autoaislado para evitar el contagio de la Covid-19. Una práctica contraria a la que expone a los nicaragüenses a los impone no seguir las medidas de prevención de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El dictador Ortega repitió la excusa de que no se puede paralizar las actividades económicas porque entonces “el país se muere”.
Anoche
Se dedicó a manipular la campaña de las organizaciones sociales, de empresarios y grupos políticos de oposición en donde piden a los nicaragüenses quedarse en sus casas para no exponerse al virus del coronavirus.
En la mayoría de los países del mundo los gobiernos han decretado la cuarentana nacional para reducir la curva de los contagios del Covid- 19. Más de 3.1 millones de personas se han contagiado del nuevo coronavirus y al menos 227,000 personas han fallecido, según datos de la OMS hasta el 30 de abril.
La manipulación que usó Ortega fue que el personal del sistema de salud no pueden dejar de atender a las personas que llegan enfermas a los hospitales y centros de salud públicos, ni pueden los policías y el Ejército suspender los actividades de la seguridad ciudadana. Rechazó la campaña diciendo que eso expone a la población.
“Les vamos a decir que se queden en casa y no busquen la atención. Cómo se van a quedar en casa,!se mueren!” (…) Aquí no se ha ido a casa el sistema de salud ni se han ido a casa los pacientes porque estarían todos muertos”, dijo la noche del viernes el dictador Ortega.
Ese posición es incorrecta puesto que en los países donde han establecido la cuarenta social no se ha interrumpido las actividades escenciales, estando en primera línea el personal médico que no han desatendido las atenciones a los enfermos, ni se han paralizado la seguridad ciudadana las policías y los ejércitos. En los demás países donde han adoptado las recomendaciones de la OMS contra la pandemia, el personal de servicios escenciales laboran con extremas medidas de prevención.
Su preocupación es el dictado Maduro
Se centró en expresar su solidaridad al dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, por las acusaciones que le atribuyó el gobierno de EE.UU. de liderar la organización narcotraficante el Cártel de los Soles.
“En lugar de asumir los Estados Unidos el liderazgo y suspender las sanciones, unir esfuerzos para enfrentar esta pandemia que nos afecta a todos los países, no han hecho eso. Lo que han hecho es tirar golpes a todos lados, y lanzar infamias de ofrecer recompensa. ¿Qué es lo que quieren? Ofrecer una recompensa para que asesinen a Nicolás Maduro”, arremetió Ortega.
EE.UU. acusó al dictador de Venezuela, Nicolás Maduro de liderar el Cártel de los Soles dedicada al narcotráfico internacional. Se ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por la información que permita la captura de Maduro. El Ejército de Nicaragua, forma parte de la Operación Orion V, liderada por las fuerzas armadas de Colombia y Venezuela, cuyo objetivo es precisamente golpear y acabar con el Cártel de los Soles.
“Impone con mayor fuerza su tiranía que se disfraza, como los falsos sacerdotes de democracia. Quieren aprovechar esta situación para ejercer mayor control. Lo vemos recrudeciendo sanciones, que son agresiones. (…)Toman medidas demenciales. El monstruo tratando de destruir a Cuba, a Venezuela y tratando de destruir a Nicaragua. Se lanza una confrontación total”, arremetió el dictador Ortega.
Con Ortega estuvieron ministros del gabinete de economía, las autoridades del Ministerio de Salud, el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fiel Moreno y Laureano Ortega Murillo, hijo de la pareja presidencial. Moreno y Laureano Ortega están sancionados por violaciones a los derechos humanos por parte de Estados Unidos y Canadá.
La última vez que el dictador salió de su casa en Reparto El Carmen, Managua, para comparecer en un acto público, fue el 21 de febrero, para el acto de toma de posesión y prórroga de su período como jefe de las Fuerzas Armadas, del general Julio César Áviles. El resto de sus escasas apariciones públicas han sido desde su casa.
“En las crisis no son capaces de sacar de sus inmersas fortunas para salvar el empleo a sus trabajadores. Es lo que se está viviendo en estos momentos, el capitalismo salvaje lanzando al desempleo a todo el mundo. La pandemia le cae muy bien a los capitalistas, que ya están haciendo cuentas para lanzar el zarpazo y acumular más riqueza, y si la riqueza está concentrada en una minoría, después de esta situación será más pequeña. Con excepción de los países donde caminan con proyectos de orientación social, cristiana que su esencia es reivindicar a los pobres”, señaló el dictador.
A Ortega no se le veía públicamente desde el pasado 15 de abril, cuando reapareció luego de una ausencia de 34 días siendo el único mandatario que no está al frente de la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia.
Su intervención duró aproximadamente una hora en donde también dirigió sus ataques contra los obispos católicos, contra los que tiene
“Los sacerdotes que adoran el becerro de oro y que lamen los pies del imperio, son los mismos que Cristo sacó a latigazos del templo…La miseria humana falsificando los valores”, atacó el dictador.
El Ministerio de Salud (Minsa) solo reconoce 14 casos positivos de coronavirus, de ellos cuatro muertos y alrededor de 15 casos sospechosos. Sin embargo organizaciones de médicos independientes aseguran que hay más casos de los que admite el Minsa. LA PRENSA logró confirmar con fuentes de hospitales privados que existen unos 14 casos positivos adicionales que no reconoce el Minsa en sus estadísticas.
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Ortega y Murillo se han negado a establecer políticas públicas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como decretar la cuarentena nacional, suspensión de las clases, y cambios en las jornadas laborales con las empresas.
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Además, hay una negativa total a aceptar las propuestas de un plan de medidas sanitarias y de ayuda económica a las poblaciones más vulnerables así como a las empresas, prefiriendo el régimen no actuar a pesar de que la crisis está generando miles de desempleos por la profundización de la recesión de la economía, que inició por la represión a las manifestaciones sociales desde abril del 2018.
Para Ortega esos planes de ayuda solo beneficia a las empresas. “Los ricos quieren que les demos plata para recuperar lo poquito que han perdido, que saquen ellos. Es absurdo pedirnos plata, como si este fuera un país desarrollado”, respondió anoche el dictador.