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La historia de superación del futbolista que predica en los buses

La historia del futbolista que pasó de robar y drogarse a predicar en los buses de Managua

Jonathan Gallo pasó un año en el mundo de la delincuencia, drogas y alcohol. Un día sintió que no podía más con esa vida

El 20 de abril de 2009 marcó un antes y un después en la vida de Jonathan Gallo, como se le conoce en el futbol nicaragüense. Ese día renunció al alcohol, las drogas y salir a robar junto a sus “amigos”, para convertirse en una nueva persona, que hasta ahora muy pocos conocen. “Ese día acepté a Jesús en mi vida y todo cambió”, recuerda el futbolista que en 2015 se coronó campeón con la UNAN en Liga Primera y ahora predica en las rutas de Managua como servicio a Dios.

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Cuando tenía 17 años y un hijo, terminó una relación sentimental de cuatro años. A partir de ahí, asegura, su vida se descontroló. Se juntó con las personas que no debía y se metió durante un año a un mundo oscuro, que lo consumía, hasta que un día despertó. “Un día estábamos robando a una muchacha y nos dijo que por favor no lo hiciéramos porque era lo único que llegaba a su casa. Llegué a la casa de mis abuelitos (Mirian Acevedo y Domingo Gallo) conmovido y me di cuenta que estaba haciendo mal las cosas, que nada bueno estaba haciendo”, señala Gallo, de 27 años.

Jonathan Gallo predicando en rutas. LAPRENSA/ CORTESÍA

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Esa imagen del momento caló en Gallo, en ese entonces de 18 años, y al otro día se fue a la iglesia tratando de buscar dirección. “Había un ayuno, el pastor predicó ‘si todo lo has probado y nada te ha dado resultado, te reto a que pruebes a Jesús’. Entonces yo me levanté dije si de verdad vos existís, ayudame a dejar de robar, tomar y perdonar a la mamá de mi hijo, si lo hacés te aseguro que daré lo mejor de mí para servirte”.

La transformación

Desde ese momento, el trato se selló y se ha mantenido inquebrantable. “Primero fue duro porque no es fácil dejar de tomar, salir a robar, fumar, drogarte. Decirles a mis compañías, hoy no puedo, voy a la iglesia. Era como una ofensa para ellos y me decían ‘aunque te comás la Biblia no vas a cambiar’. Muchos de los que se juntaron conmigo murieron, otros están presos. Fueron momentos difíciles. Hoy por hoy me siento bien, creo que es la mejor decisión que pude haber hecho”.

Gallo habla de su pasado sin rencor ni vergüenza. Asegura que Jesús llenó el vacío que una vez tuvo y desde el 2018 predica en las rutas 101, 114 y 118 de Managua como forma de retribuir.

El lunes de esta semana compartió el video de una de sus prédicas en sus redes sociales. “No lo subí con el objetivo de ser farándula, con llamar la atención. Rodrigo Hernández y Juan Diego Uribe (jugadores colombianos), ellos me grabaron, nos les dije que lo hicieran. Fueron conmigo, mi hijo anduvo y no les voy a quitar eso que quieran grabar”, apunta Gallo, quien asegura que también predica en los hospitales donde a veces va a dejar comida o ropa o llega a los mercados Tipitapa o Iván Montenegro.

“Mi servicio con Dios es ese, nadie me exige, lo hago porque Dios me ha perdonado mucho, hice cosas malas, al que se le perdona mucho, ama mucho, al que se le perdona poco, ama poco. También ayuda para que otros jóvenes vean que puedan cambiar. O los padres que piensan que sus hijos no pueden hacerlo”.

Ya fue campeón

Después de enderezar el camino, se metió a jugar en las academias de futbol, mientras trabajó en una panadería aprendiendo el oficio y estuvo seis meses en una zona franca. Su faceta futbolística tampoco ha sido fácil. Luchó para forjarse su carrera. “Siempre he ido a buscar la oportunidad, hacer la prueba”, recuerda Gallo, quien se ganó un lugar en el Juventus FC en la temporada 2013-14 bajo la dirección de Oscar Blanco. “Recuerdo que pasé cinco partidos sentados y después jugué la primera vez y no volví a dejar de hacerlo”.

Después, en el 2015, pasó a la UNAN donde salió campeón. “Dios nos hizo campeón. Nadie sabe que un día antes del primer partido, que le ganamos al Diriangén, me llevé como 15 jugadores a un ayuno”, recuerda Jonathan, quien desde entonces ha pasado por Real Madriz, Bóer FC de Segunda, CD Ocotal y Las Sabanas con quien perdió la categoría la reciente temporada.

“Ahorita no tengo equipo, a diferencia de otros años tengo acercamiento del Chinandega y Madriz, nada concreto. Estoy a la espera, como siempre ha tocado, esperando la voluntad de Dios, que nunca me desampara”, afirma Gallo, quien ha sido campeón y ha descendido tanto en la vida como en el futbol.

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