14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

En el portón dos del hospital Alemán Nicaragüense los familiares llegan con agua y ropa esta mañana. LA PRENSA/OCAR NAVARRETE.

Sigue angustia en familiares de pacientes sospechosos de Covid-19 en el Hospital Alemán Nicaragüense

Parapolicías vestidos de civil, se sumaron a la vigilancia y asedio de quienes aguardan en las afueras del hospital para ver a sus familiares

Es miércoles y son las 9:00 a.m., y en el hospital Alemán Nicaragüense casi todo el que llega a ver algún familiar va con mascarillas y uno que otro con guantes. Se ven rostros cansados, desvelados, preocupados, mientras en la entrada se encuentra apostada una unidad policial con seis policías. También hay parapolicías o personas de civil que vigilan a todo el que llega.

Los médicos caminan de un lado a otro, la mayoría con tapabocas. Una señora apresura su paso y pregunta a uno de ellos por un familiar que anoche iba a ser operado. Luego otro señor comenta que tiene 12 días de estar en el hospital y que ya el dinero se le ha acabado para la comida, que no sabe qué hacer.

Puede Interesarle: Familiares de pacientes sospechosos de Covid-19 en el Hospital Alemán Nicaragüense entre la angustia y el asedio de los antimotines

La situación es más dramática en el portón dos de dicho hospital. Ahí se encuentran las familiares de las personas  a las que ya se les diagnosticó  Covid-19, pero también están los de casos sospechosos.

La mayoría de personas llegan en vehículos particulares o taxis, cargando en sus manos agua en botellas y bidones. También llevan la ropa en bolsas. En la puerta un señor con mascarillas y guantes atiende a los que llegan, les dice que no permiten comida y  que solo dejan entrar a un familiar.

 

En las afueras del portón dos todo es incertidumbre. “Anoche trajeron a mi mamá. Dicen que por ser sospecha de un sesenta por ciento de coronavirus y no entiendo porque la trajeron a este hospital”, explica con angustia su hija, de unos 20 años de edad.

Puede Interesarle: Circula lineamiento del Minsa para atención de pacientes con Covid-19

La muchacha relata que su mamá fue al hospital Vélez Paiz ayer por la tarde porque presentaba calentura, y salió de la casa sin tapabocas. En la noche les avisaron del hospital que fue trasladada al hospital Alemán Nicaragüenses por ser sospechosa en un 60 por ciento de Covid-19.

“Eso es lo que no entiendo”, dice con preocupación la joven. “Mi mamá no sale de la casa, es ama de casa y no entiendo como es que dicen tiene ese coronavirus. A  nosotros el hospital nos avisó que anoche la habían trasladado aquí por sospechosa. No entiendo. Mi mamá no puede tener eso que dicen. Para mí que a lo mejor se lo pegaron en el hospital Vélez Paiz porque ella fue sin mascarilla a ese lugar”, agregó la joven.

La muchacha asegura no ha visto a su mamá desde ayer. Ellos habitan en Managua, en el barrio el Recreo.

“No la he visto desde ayer que se fue al hospital. Yo jamás hubiera permitido la hubieran traído aquí a este hospital (Alemán Nicaragüense). Aquí están revueltos todos, los casos sospechosos, positivos y otros más. Un señor me decía hace poco que un hijo de él lo mandaron aquí con neumonía y que lo iban a intubar y el señor no quería le hiciera eso, pero quien sabe que pasó al fin”, dice la muchacha preocupada.

En otro extremo, están otras tres personas: dos muchachas y un señor, todos con mascarillas y guantes. Observan como siguen llegando más vehículos y personas con agua y ropa, mientras comenta: “Este chavalo seguro fue por ir a sus fiestas, le advertimos que no saliera en estos tiempos y no hizo caso”, dice una de las muchachas, que llegó con otros familiares con ropa y agua también.

Puede interesarle: Así es cómo las sanciones de la UE bloquean la posibilidad de que Ortega consiga dinero en el BM, BID y FMI para la pandemia

La joven luego de comerse un pan, se vuelve a poner la mascarilla. De lejos ve a su papá dentro del hospital que le hace una seña (levanta el brazo). “Ese es mi papá, dice que me espere, que nada, no ha visto a mi mamá”, dice la joven.

Esta unidad estaba en la entrada del hospital Alemán Nicaragüense esta mañana. LA PRENSA/OSCAR NAVARRETE.

Parapolicías asediando

La mañana transcurre  así. La calle empieza a llenarse de vehículos. Pero no solamente son de familiares que tiene a sus enfermos en ese hospital. También hay parapolicías vestidos de civil. Sus miradas los delatan. Quedan viendo fijamente a toda persona que transmita por la zona. Están en toda esa cuadra como estatuas, portan mochilas y también teléfonos. Cuando alguien los mira fijamente, ellos tampoco quitan la mirada y sacan sus teléfonos como para hablar con alguien.

También preocupados

En esa misma cuadra del portón dos del hospital Alemán hay varias ventas. Los comerciantes también tienen miedo. “Yo me tengo que poner mascarillas todo el tiempo. Aquí vienen muchas personas y uno no sabe, y además porque ahí (señala el portón dos) atienden a personas infectadas”, dice la señora mientras despacha un fresco de cebada.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí