Raúl Reyes, un prometedor artillero dominicano, que comenzó a abrirse paso en el sistema de Ligas Menores de los Mets de Nueva York, antes de quedar en libertad y jugar luego en varios país, entre ellos Nicaragua, falleció ahogado este miércoles en su país natal.
Nacido en Santo Domingo, hace 33 años, Reyes militó en varios equipos de la Liga Profesional de Nicaragua, aunque su mayor impacto lo consiguió con los Indios del Bóer durante la Final del 2015, cuando bateó .375 (24-9) con dos jonrones y seis remolques, para ser el Jugador Más Valioso.
Quizá lo curioso fue, que en ese torneo, el Bóer lo cambió al San Fernando porque tardó en agarrar el ritmo y luego lo tomó de refuerzo. Y atacó con violencia en la Final ganada por la tribu ante los Gigantes. En su paso por Nicaragua, Reyes bateó .280 (325-91) con siete jonrones y 43 remolques.
“Lo que se me informó es que salió a pescar, almorzó y se lanzó a la mar para darse un baño. Según me informan murió ahogado. Probablemente hubo alguna dificultad digestiva”, detalle el conocido cronista dominicano Jorge Torres, columnista del periódico El Nuevo Diario de Santo Domingo.
Reyes fue firmado en el 2006 por la organización de los Mets a través del scout dominicano Eddy Toledo. Cinco meses después viajó a Estados Unidos, donde junto a prospectos como Fernando Martínez, Jenrry Mejía y Jeurys Familia, comenzó a desarrollarse como jugador profesional.
Su mejor temporada fue la del 2011 en Doble A con el equipo Binghamton, donde bateó .298, con 12 cuadrangulares, 50 empujadas en 107 partidos, en los que acumuló exactamente 107 hits. Ese año terminó en AAA con los Bisontes de Buffalo y resumió .200 (55-11) con dos palos a la calle.
En el 2012, cuando hizo su debut aunque sin mucho éxito en la Liga Invernal Dominicana con los Gigantes del Cibao (25-2, .091), sus cifras bajaron en Doble A (.253) y en Triple A (.250), antes de quedar en libertad de los Mets y se fue a jugar a los Leones de Montería en Colombia.
Luego hizo su tour por la Liga de Nicaragua, donde causó buena impresión por la potencia de su bate zurdo y su buena defensa como jardinero. Al momento de su muerte, “estaba vinculado a un programa de desarrollo de jugadores en la zona sur de Dominicana”, nos indicó Torres.