Sin salas de espera, revistas o cortes en seco, y con mascarillas obligatorias. El de las peluquerías es un negocio que se está viendo transformado en algunos de los países en los que se ha empezado a levantar la cuarentena por covid-19.
Alemania es uno de ellos.
Allí estos locales y los salones de belleza acaban de abrir las puertas por primera vez desde el 23 de marzo, cuando se decretó el confinamiento.
Y lo han hecho con muchos cambios.
Además de las mencionadas al principio de esta nota, entre las medidas emitidas por el Ministerio Federal para la Economía y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales están el mantener una distancia de 1,5 metros entre los clientes y no usar secadores de pelo.
Asimismo, los peluqueros deben usar guantes para lavar el cabello del cliente y retirar de él cualquier bacteria), aunque se los pueden quitar después, para realizar el corte.
¿Y la famosa conversación de salón de belleza?
También desaparecerá.
No se permite hablar cara a cara, dicen las reglas. Cualquier comunicación sobre el tipo de corte o color de cabello debe hacerse por medio del espejo y debe ser el mínimo imprescindible.
Estas normas son necesarias, señala el ente regulador, por la naturaleza propia del negocio.