A Román González no le gustaba hacer campamento en Coachella, California. Las primera vez que fue, aún estaba con vida Arnulfo Obando, el tetracampeón se quejó de las duras condiciones climáticas. Hablaba de la tortura de soportar el calor el cual era como correr dentro de un horno. Ahí la sensación térmica puede pasar fácilmente los 40 grados Celsius a diario. Por eso motivo siempre prefería confinarse dos meses en Costa Rica. Sin embargo, tras el fallecimiento de Obando, Chocolatito encontró a Marcos Caballero como sustituto y regresó a Coachella, lugar en donde entrena y vive el adiestrador nicaragüense.
El Valle de Coachella no ha sido atacado tan fuerte por la pandemia. En total, según las cifras brindadas por el condado registran 806 casos positivos y 35 muertes relacionadas con la enfermedad. Y hasta se habla en diferentes medios de comunicación como el Desert Sun de una reapertura en un futuro cercano. Sin embargo, lo de Coachella no refleja la realidad que se vive en todo Estados Unidos, el país con más casos en el mundo 1.4 millones y más muertes con 86,000. California, ciudad donde se ubica Coachella, ha corrido con más suerte que Nueva York, principal foco de contagio en ese país. Presenta 71,141 casos positivos de Covid-19 y 2,934 muertes.
Te puede interesar: El jugador de los Dantos que busca tumbar un récord de jonrones en manos de su mánager
Otro de los lugares que a Chocolatito si le gustaba mucho para campamento era Costa Rica, específicamente en Escazú, San José. González se preparó en el país vecino desde sus combates en la televisora HBO, los cuales fueron los más exigentes y más dinero le generaron. En San José existen 381 casos de Covid-19, cuatro fallecidos y 232 personas recuperadas de la pandemia.
En la actualidad se conoce que Chocolatito entrena en su casa. En una entrevista brindada a medios oficialista aseguró que tiene la mayoría equipo necesario para adiestrarse en el hogar. Cabe señalar que Román tiene sobre la mesa la oportunidad de enfrentar a Juan Francisco “el Gallo” Estrada cuando él lo decida. Y parece que será pronto, una vez que se diluya el peligro y los gobiernos permitan la realización de eventos boxísticos, los cuales en un principio serán a puertas cerradas.