El reo político Wilmer Mendoza Espinoza, de 29 años, cayó desmayado esta tarde en una sala de los Juzgados de Managua, donde le realizaban audiencia preliminar por supuesto tráfico de droga. Su abogado Evert Acevedo, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), expresó que el reo empezó a echar saliva, se orinó y luego cayó al piso. Fue sacado de la sala en una silla de ruedas, pero se desconoce hacia donde fue llevado.
El hecho alarmó a los presentes, por los reportes de muertes súbitas que se han dado en el país, después de un desmayo. Además, por la pandemia del Covid-19 que actualmente se encuentra en la curva de acenso de contagios en Nicaragua.
“Perseguimos la patrulla policial donde vimos que lo montaron inconsciente y se fueron directo al Distrito Dos de la Policía no lo llevaron a ningún centro médico. Preguntamos por él y nos dijeron que estaba bien que ese desmayo era inventado”, expresó Belkis Vega, esposa del afectado.
Vega agregó que su esposo padece del corazón y la policía no recibió el medicamento que debe estar tomando. “Lo sacan todos los días a golpearlo. Anda reventada la boca”, dijo.
Secuestrado, amnistiado, asediado y nuevamente encarcelado
Mendoza Espinoza es excarcelado político y amnistiado en el 2019, pero este lunes 11 de mayo fue nuevamente capturado a eso de las 3:40 de la tarde en Linda Vista en la vía pública, mientras estaba dentro de un carro, en el que supuestamente le encontraron dos tacos de hierba que habrían dado positivo a marihuana.
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Este jueves el juez suplente Carlos Cano López, del Juzgado Sexto Distrito Penal de Audiencia de Managua le realizó la audiencia preliminar donde admitió la acusación presentada por la Fiscalía. “Es excarcelado político. Con la misma historia, preso político por protestar, luego condenado, amnistiado, asediado y ahora vuelto a capturar por el típico delito de tráfico de droga”, dijo la abogada María Oviedo de la CPDH.
Mendoza fue acusado de robo agravado y portación ilícita de armas. Las supuestas victimas eran dos funcionarios de la Alcaldía de Managua. Lo condenaron a 8 años y 6 meses, recordó la abogada Leyla Prado, quien lo defendió en ese momento.
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El día de la detención, Mendoza salió a comprar leche para su hija de cuatro meses. Unos motorizados lo persiguieron y le dispararon. “La acusación no menciona que el carro en que andaba fue rafagueado. Todo el tiempo fue asediado, desde el día de su excarcelación el 16 de abril de 2019. Nos gritan golpistas, tranqueros frente a la casa”, dijo la esposa.