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Manuel Rosas se arrodilla para agradecer su noveno título en 10 años. LAPRENSA/ CORTESÍA/LEONEL RODRÍGUEZ

La tragedia familiar de Manuel Rosas que motivó su regreso al futbol hace 10 años

El defensor mexicano nacionalizado nicaragüense un episodio personal que marcó a su familia un mes y medio previo a su llegada al Real Estelí en 2010

El día que Manuel Rosas llegó a Nicaragua lo tiene bien gravado en su memoria. Un 27 de abril de 2010 viajó desde Managua a Estelí bajo una gran lluvia que aún tiene muy presente. Quizás nunca olvide el momento por todo lo que vivía a nivel persona junto a su familia. El 15 de marzo su hermano menor, Alfredo, murió ahogado en una presa, algo que lo marcó a él, a sus padres (Ramona Arreola y Alfredo Rosas) y hermana (Rocio) para siempre.

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“Son cosas que me marcaron, por eso me acuerdo bien. Todo lo que había pasado lo tenía a flor de piel y venía por una nueva oportunidad”, recuerda Rosas. “Mucha gente me criticó porque venía tras recién perderlo pensando que era como perderme a mí también”, señala el jugador, quien le explicó a sus padres el por qué de su decisión un mes y medio después de una difícil situación.

El entorno de Rosas en México desconocía que por ese episodio trágico decidió intentarlo nuevamente en el futbol, después de dos años fuera del circuito profesional. Entre agosto y septiembre de 2009, el Meño, como se le conoce, y su hermano habían tenido una discusión de hermanos. Durante la reconciliación, Alfredo le dijo que tendría una nueva oportunidad en el futbol. “Yo le dije que él porque era menor que yo, jugaba mejor, y me dijo que no, que era yo”, revela Rosas, quien señaló que su hermano conocía de su gestión para probarse en el Real Estelí. “Para mi era una inyección de ánimo hacerlo porque sabía que a mi hermano le hubiera gustado que me probara”, apunta.

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Rosas siempre había pensado que de las cosas difíciles se podía sacar lo mejor, crecer y ser más fuertes para seguir en la vida, sin embargo nunca había travesado una situación tan dura como la muerte de Alfredo y ahí decidió que era el momento de ponerlo en práctica. “Su muerte no la hemos superado, nunca terminas de hacerlo o asimilarlo, aprendés a vivir con ello, a manejar de buena manera. Por eso las cosas las trato de digerir bien, que me motiven, si fue difícil que me inyecten para salir adelante”.

Manuel Rosas logró establecerse en el futbol nacional por su liderazgo. LAPRENSA/ CORTESÍA/ LEONEL RODRÍGUEZ

Llegó como volante y no tardó en tener notoriedad en el futbol nacional donde ya cumplió 10 años. “Es todo una experiencia ser parte de esta institución. Llegar a un país que me abrió los brazos en todos los sentidos. Llegar a la familia Rojiblanca y ser tan querido por compañeros y directiva, eso no tiene precio”, destaca Rosas, quien ha ganado muchos títulos en el Estelí y ha vivido grandes momentos con la Selección de Futbol, tras su nacionalización en 2013.

Rosas describe a Alfredo como atrevido, habilidoso e inteligente con el balón.  “Era dotado. Jugaba de ensueño, el que hacía un túnel al rival, pícaro para jugar. Yo era el cumplidor, que el más o menos sabía aplicarse, práctico”. señala Rosas, quien se ha convertido en un referente del futbol nacional honrando la memoria de su hermano y llenando de alegría y orgullo a su familia.

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