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Zona de Strikes: Diego Sandino tenía la velocidad en su cabeza

Diego Sandino fue perseverante después de un inicio complicado, pero lanzó lo suficiente y bien como para ser considerado uno de los grandes lanzadores

Diego Sandino dominaba a los bateadores y se aseguraba que supieran que era divertido. No les faltaba al respeto, pero tampoco escondía su alegría tras el éxito en esa batalla constante.

Y así, entre sonrisas permanentes, anécdotas divertidas y sobre todo, trabajo con mucha disciplina, Diego hizo historia y dejó su nombre en la élite del pitcheo nacional.

Al final, Sandino se retiró en el 2018 con 149 victorias y 972 ponches. Quizá le faltó el aliento para continuar y darle más forma a sus cifras pero en realidad ya no lo necesitaba.

Nacido en Dolores, Carazo en 1974, Diego debutó a sus 20 años (1994) con el Granada. Y no ganó juego. Tampoco lo hizo con el Carazo en las campañas siguientes y entonces se regresó a su finca.

No lanzó en 1997 ni 1998 y tras volver en 1999 al Granada y lograr la marca de 7-8 y 6.02, quedó en libertad. Se marchó a León y fue ahí donde comenzó a probar de qué estaba construido.

Sandino terminó el 2000 con balance de 14-4 y 1.15, más 82 ponches, para llevarse la triple corona, una hazaña que repitió luego en el 2007 en Granada con 8-0 y 1.34, con 48 ponches.

Se dice muy rápido, pero la triple corona y dos veces, solo lo han hecho Diego y Porfirio Altamirano. Nadie más. Y así vimos pasar a Sandino a través de los años, dominando.

Después de 23 campañas, el derecho logró un registro de 149-123 y 3.10 en 2,215.2 innings, con 100 juegos completos, 16 lechadas y 972 ponches, con solo 301 boletos.

Su obra cumbre llegó en el 2002, cuando le lanzó juego sin hit ni carrera 7-0 a Estelí, que pudo ser perfecto, de no ser por un error del camarero Silvio Silva en el segundo episodio.

Además de las dos triples coronas, Sandino fue dos veces líder en efectividad, cuatro veces líder en ponches y tres veces en victorias. De modo que eso habla del impacto que tuvo.

Diego también fue clave en la obtención de títulos en el Bóer y los Leones, y con la Selección venció a Dominicana en relevo de Álvaro López en Winnipeg en 1999 y remató a EE.UU. en el 2001.

Ante Dominicana lanzó par de ceros en una batalla que López dejó nivelada 2-2 y Sandino fue el ganador. En China le salvó la victoria 3-1 de Asdrudes Flores ante Estados Unidos.

Su torneo cumbre, sin embargo, fue el Premundial de Panamá en el 2000, al conseguir marca de 3-0 y 0.50, para ser declarado el mejor lanzador del evento, aunque debió ser el Más Valioso.

Al igual que Asdrudes Flores o Barney Baltodano, Diego no necesitó tirar con poder para ganar, pero lo hizo con inteligencia y alegría. Como ellos, Diego tenía la velocidad en la cabeza.

Edgard Rodríguez en Twitter: @EdgardR

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