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En las calles de la ciudad de Masaya se vive un ambiente de tristeza. LA PRENSA/Roberto Fonseca

Masaya vive momentos de tensión a medida que la pandemia avanza y se conocen casos de muertes sospechosas de Covid-19

El Observatorio Ciudadano, un monitoreo independiente, indicó que hasta el 13 de mayo Managua sumaba 628 casos, Chinandega 106 y Masaya 102, catalogados como los tres principales focos de  propagación del virus en Nicaragua. En ese departamento también los hospitales están vigilados por civiles

Masaya está bajo hermetismo a medida que crece el miedo de contagio en la ciudad y los hospitales también están siendo vigilados por civiles. Este domingo las calles de la Ciudad de las Flores lucieron desoladas, luego de concluir una semana donde al menos diez personas murieron por coronavirus, según fuentes extraoficiales.

Entre las víctimas mortales por Covid-19 durante la semana figuran un músico y dos miembros de una misma familia, pero cuyos familiares se niegan a hablar por miedo a represión.

A diferencia de días anteriores, el domingo hombres cubriéndose el rostro se apostaron a vigilar en los portones del Hospital Humberto Alvarado, según constató LA PRENSA durante un recorrido.

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En las farmacias se observaba a la población haciendo filas en busca de medicamentos que le sirvan como paliativo en caso de contagiarse con el virus.

Al mediodía del domingo al Hospital Humberto Alvarado ingresó una camioneta llevando una caja fúnebre, lo que puso nervioso a quienes esperaban noticias de sus parientes hospitalizados.

Al ingresar la camioneta, quien dio la orden al chofer sobre la ruta a seguir para llegar a la morgue era un parapolicía que se cubría el rostro con la brisera del casco de motociclista.

En el hospital Humberto Alvarado habrían 37 pacientes hospitalizados con Covid 19, según fuentes médicas extraoficiales. LA PRENSA/Roberto Fonseca

La presencia de estos hombres conocidos como parapolicías se produce después que la vocera gubernamental Rosario Murillo acusó a los periodistas y medios independientes de difundir noticias falsas sobre el avance de la pandemia en Nicaragua. Esta estrategia de vigilancia de hospitales también se ha visto en Managua.

El Observatorio Ciudadano, un monitoreo independiente, indicó que hasta el 13 de mayo Managua sumaba 628 casos, Chinandega 106 y Masaya 102, catalogados como los tres principales focos de  propagación en Nicaragua. Le seguían Matagalpa (81), Granada (54), Estelí (39) León (34), Chontales (27), Rivas y Atlántico Sur (25 cada uno) son los departamentos o regiones que más reportan personas afectadas.

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Preocupa el barrio San Juan de Masaya

En Masaya, el Tiangue ubicado en la plaza de Magdalena en la entrada al barrio Monimbó permaneció cerrado. La parroquia San Juan Bautista en el barrio del mismo nombre también estuvo cerrada para los feligreses durante la tarde.

El sábado circuló información en las redes sociales que ese templo estaba cerrado porque hubo dos muertos por Covid-19 en el barrio San Juan de Masaya.

Agustín Fernández, administrador del templo católico, al ser preguntado si las misas estaban suspendidas porque en el barrio se reportaron dos fallecidos por el virus respondió: “No hay dos, hay un montón” y acto seguido cerró el portón de la casa cural.

Hospitales con creciente número de casos

En el Hospital Humberto Alvarado habrían 37 pacientes hospitalizados con Covid-19, según fuentes médicas extraoficiales.  Mientras en el hospital de Sermesa los ingresados por el coronavirus rondan el medio centenar, según una fuente médica que demandó el anonimato por temor a represalias.

En el portón oeste del Hospital Humberto Alvarado, diez minutos antes de las 2:00 de la tarde del viernes al menos veinte personas se aglomeraron esperando ser llamadas por el portero del centro asistencial quien con lista en mano los hacía pasar de uno en uno.

LA PRENSA/Roberto Fonseca

“Lo que le va a decir mándeselo por escrito; porque uno a ellos (los pacientes) no los mira”, explica una mujer a otra que también está en la fila  para entrar al Hospital Humberto Alvarado.

La mujer relata que una vez estando dentro del hospital en el área de consulta externa, que está suspendida desde hace dos semanas, los médicos le explican a cada familiar el estado clínico de su paciente. Los familiares de quienes están hospitalizados con Covid-19 al preguntarle sobre las circunstancias en las que probablemente se contagió guardan silencio y evaden seguir hablando del tema, según explica una mujer que está a punto de ingresar al hospital.

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Entre quienes ingresaron este viernes bajo sospecha de Covid-19 figura un zapatero de 60 años quien según su hija llevaba varios días de presentar fiebre.

Habitantes que viven en los alrededores del hospital Humberto Alvarado relataron a LA PRENSA que la tarde del jueves fue un día triste en la zona aledaña al centro hospitalario.

“Entre las cinco y seis de la tarde miré pasar tres carros fúnebres con los familiares corriendo detrás de ellos”, relató una vecina de ese centro asistencial.

Las autoridades de este hospital han habilitado un sitio donde son atendidos los familiares de quienes llegan con un cuadro clínico sospechoso de coronavirus.

Mercado desolado

Mientras en las calles de la ciudad se vive un ambiente de tristeza, la ciudad fiestera por excelencia parece llevar la vida por la mañana y una vez pasado mediodía las calles lentamente va quedando desoladas, algo inusual en esta ciudad donde a los muertos se les lleva a su última morada con música de viento y todos los días algún santo se festeja con jolgorio.

A eso de las 10:00 de la mañana del viernes una mujer se desmayó en un pasillo del mercado Ernesto Fernández de esta ciudad. Este desvanecimiento  alarmó a comerciantes y compradores. La mujer fue llevada en una ambulancia, según comerciantes de ese centro de compras.

Actualmente al mercado Ernesto Fernández solo está llegando aproximadamente el cincuenta por ciento de los comerciantes y los pocos que llegan cierran a más tardar a las 4:00 de la tarde. La ciudad de Masaya, por ser una cabecera departamental con alta densidad poblacional, está en una “zona de alto riesgo”, asegura el dirigente político Eliseo Núñez Morales.

“Masaya enfrenta dos graves problemas: uno la irresponsabilidad del Gobierno que sigue promoviendo actividades masivas, y dos es que los productores de Masaya llevan y traen productos de un mercado a otro que pueden ser lugares de contagio”, comentó Núñez.

Pero a diferencia de hace siete semanas cuando en la ciudad pocas personas se protegían la boca con mascarillas el escenario ahora es totalmente distinto, esto a medida que hay menos información oficial sobre el avance de la pandemia y la alarma de denuncias en las redes sociales sobre casos sospechosos.

“Si usted se fija de cada diez personas que se encuentra en la calle, de ocho a nueve andamos mascarilla”, comentó un taxista quien dijo llamarse César. Mientras tanto en los supermercados, tiendas y sucursales de entidades financieras se observó una solicitud más rigurosa de distanciamiento social (un metro y medio de distancia entre una persona y otra).

Además en los supermercados las personas pasaban de cinco en cinco y no aceptaba el ingreso de acompañante.

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