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Covid-19 y la crisis de la educación

El Covid ha profundizado la crisis de la educación, e incrementado las desigualdades de la oferta educativa. Los estudiantes de escuelas públicas no están recibiendo las debidas oportunidades para seguir aprendiendo; la comida que se les distribuía no les está llegando mientras sus hogares se ven afectados por el desempleo creciente. Las familias para cuidarse y cuidar a sus hijo-as responsablemente no los mandan a clase. Por lo cual este es un momento clave para organizar alternativas de aprendizaje que impidan aumente la deserción y el fracaso escolar. No poder asistir a clases y dejar de aprender daña emocionalmente a jóvenes y niño-as cuyas vidas cotidianas, se han desorganizado en medio de un creciente estrés. En el largo plazo, no invertir en organizar alternativas de aprendizaje a distancia —de acuerdo a lo que OMS recomienda—, afectará irremediablemente nuestro capital humano y el futuro de nuestra niñez.

La pandemia y sus efectos en la educación se pueden enfrentar con sentido de comunidad y aprovechando la interconectividad del mundo actual. Es urgente, que YA dediquemos esfuerzos a crear oportunidades para aprender para quienes están sin asistir a clases o aprendiendo muy poco. Esas oportunidades se pueden organizar si además de aprovechar experiencias exitosas de diversas entidades, países y organizaciones sin fines de lucro, se crean alianzas entre los gobiernos nacionales, locales, empresas, organizaciones religiosas, ONG y fundaciones vinculadas a cada territorio donde se debe hacer llegar la oferta educativa.

Para ello es indispensable implementar un conjunto de acciones encaminadas a que el aprendizaje continúe por otros medios diferentes del presencial.

1. La primera acción es diagnosticar de forma rápida:

a. Los servicios existentes en los territorios para hacer educación a distancia, esto pasa por saber cuáles radios funcionan, sus frecuencias, si hay o no sistema de cable, televisión y disponibilidad de conectividad celular;

b. Conocer la disponibilidad de los recursos humanos y determinar sus habilidades tecnológicas y de enseñar “en línea” para seleccionar a quienes pueden impartir clases por radio, televisión, celulares y/o plataformas de internet, de la forma más didáctica.

2. Es indispensable retomar del currículo sus aspectos esenciales para no pretender enseñar en línea contenidos complejos y de utilidad baja. La enseñanza en línea como señala Reimers (Infobae mayo 12) debe enfocarse en aprendizajes significativos. Entre otros, manejo del estrés generado por esta doble crisis, lectoescritura, pensamiento analítico, matemáticas y valores ciudadanos como por ejemplo, el respeto y tolerancia hacia los demás, la solidaridad y la protección al medio ambiente. En estos momentos es también indispensable enseñar cómo cuidarnos unos a otros.

3. Esta oferta de emergencia, debe combinar el uso de todos los recursos humanos y materiales disponibles y el análisis de lecciones generadas por quienes están enfrentando exitosamente la suspensión de las clases para evitar mayores daños por el Covid. Aprender de otros es muy importante. Fernando Reimers, presenta dos casos útiles:

a. El de San Pablo, Brasil, donde una alianza público privada logró dar continuidad a la enseñanza mediante programas “en línea”, sosteniendo también la alimentación para los estudiantes.

b. Y el de la red “Enseña Por Chile” que utilizando la interconectividad mundial para aprender lecciones de Nigeria, desarrolló enseñanza por radio en 218 frecuencias, a través de las cuales se están impartiendo cinco diferentes asignaturas.

4. Para enseñar en línea por medio de plataformas digitales y celulares, TV, radio etc., debe seleccionarse a los mejores docentes de cada grado y de cada asignatura tanto a nivel nacional como departamental y/o regional.

5. A estos docentes se les debe dar entrenamiento emergente para que puedan hacer su labor con eficiencia.

6. No se puede prescindir de materiales impresos así es que el Mined deberá distribuir textos, literatura y libros electrónicos para que los hogares y los estudiantes cuenten con el necesario apoyo didáctico.

7. Dado que Mined no se ha especializado en enseñanza en línea, es clave que esta institución busque apoyo de colegios privados, y educadores de la sociedad civil que tienen voluntad de aportar pues como país no podemos darnos el lujo de paralizar la labor de enseñar durante esta dura crisis.

8. A las familias a quienes les tocará acompañar a sus hijos e hijas en estos momentos se les debe dar entrenamiento para que puedan acompañar a sus hijos e hijas con más éxito. Esto se puede hacer por televisión y por mensajes celulares y es muy importante para el caso de preescolar y los primeros grados de primaria.

Esta pandemia ha traído dolor al mundo y a todo-as, pero no podemos permitir que nuestra niñez y juventud sean doblemente víctimas de la misma. Con responsabilidad y unidad podemos enfrentarla.

La autora es doctora en Educación.

Opinión coronavirus covid-19 pandemia archivo
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