La Bundesliga acaba de perder el sentido. Y todo por culpa del Bayern de Múnich: el mejor equipo del torneo. Derrotaron este martes al Borussia Dortmund (0-1) y terminaron con la intriga, esa magia que hace al futbol emocionante. Si de por sí ya era casi una hazaña arrebatarle el título al Bayern a cuatro puntos de diferencia, ahora la situación es cuesta arriba a siete puntos y solamente 18 en juego. Es decir, es tan difícil un giro en la cima como creer que en China murieron 3,000 personas por el Covid-19 o en Nicaragua haya menos de 40 muertos.
El partido fue un verdadero Clásico. Primero dominó el Dortmund con llegadas de peligro, las aproximaciones parecían dar la pauta al gol, pero la suerte les negó esa posibilidad. Luego el Bayern levantó la cabeza y ripostó, siendo Joshua Kimmich el jugador que mostraba ese empuje ofensivo. Cuando apareció el incidente jugador, el Bayern dejó de ser presa y se convirtió en cazador. Y al 43′ encontró el tesoro. Marcó un gol impresionante, de esos que le da tiempo al público desde sus casas a acomodarse en el sillón, darle un sorbo a la bebida y masticar un poco el snack para disfrutarlo. Sucedió en cámara lenta, un disparo bombeado. Todo se pausó y los jugadores miraban el balón hipnotizados. Burki, arquero del Dortmund intentó cachetearlo, no obstante fue abatido.
Te puede interesar: El campeón mundial nicaragüense que tiene un año sin pelear
“Se nos informó que Burki siempre está relativamente adelantado”, dijo posteriormente el lateral convertido en mediocampista, como si tratase de quitarle carga de méritos a su genialidad. Para el Bayern eso fue suficiente, en la segunda parte el dominio regresó a los dirigidos por Favre Lucien. Ingresó Mario Gotze, Jadon Sancho, quien es la gran figura del equipo, Witsel y Enre Can, pero el marcador no varió mucho. Neuer se lució al 80′, Haaland salió lesionado minutos atrás y Lewandowski pudo evitar el sufrimiento del Bayern al 83′ estrellando el disparo en el poste. El único cuestionamiento ocurrió al 58′ con la ceguera del VAR y malicia de Boateng al desviar un disparo envenenado con el codo de Haaland, pero curiosamente todo el mundo lo miró, menos los encargados de impartir justicia.
Nada que discutir sobre la victoria del Bayern (apartando lo de Boateng). Sin haberse mostrado mejor en partidos anteriores golpeó cuando debía y soportó a un Dortmund por momentos desconectado. El regreso de la Bundesliga le dio color al mundo del futbol, pero ya todo está consumado. ¡Por favor! denle el título al equipo de Hans Flick, es demasiado para esa liga.