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LA PRENSA/ARCHIVO/Oscar Navarrete

Microfinancieras nicaragüenses siguen en descenso: 20 de cada 100 deudores tiene retraso de más de 30 días en pago de cuota

Son las instituciones de microfinanzas pequeñas las más golpeadas en el indicador de riesgo de cartera mayor a 30 días, seguido de las medianas y las grandes. Esta es la situación en Nicaragua, según reporte regional de Redcamif

Las instituciones de microfinanzas en Nicaragua siguen en descenso. La mayoría de estas, es decir el 76 por ciento, cerró el primer trimestre de este año (enero-marzo) con una reducción promedio de su cartera de crédito de 14.3 por ciento comparado con el saldo del último trimestre del año pasado y la media empeora si se compara en términos anuales, cuya contracción asciende a 30.2 por ciento.

Hasta marzo de este año, 21 entidades de microfinanzas en Nicaragua tenían en cartera de préstamos 250.7 millones de dólares, por debajo de los 271.1 millones de dólares hasta diciembre del año pasado.

Es decir que en los primeros tres meses de este año las Instituciones de Microfinanzas (IMF) han perdido en su cartera de préstamos 20.4 millones dólares (7.5 por ciento en términos globales), principalmente las entidades más pequeñas.

“Las IMF pequeñas han disminuido su cartera de créditos en 18.7 por ciento en relación con diciembre 2019 y 34.3 por ciento comparado con marzo 2019”, según desglosa la Red Centroamericana de Microfinanzas (Redcamif) en un último reporte sobre la situación del sector a nivel regional publicado este mes.

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La pérdida global de cartera de microcrédito en Nicaragua contrasta con la merma que a nivel regional registró este indicador, que fue de 1.5 por ciento, pero el indicador se vuelve positivo (2.4 por ciento) para Centroamérica si se compara el saldo a marzo con respecto a igual periodo del año pasado.

Esta contracción en la cartera de préstamos en el país ha implicado que otros miles dejen de ser atendidos por esta industria, que acumula nueve trimestres consecutivos de pérdidas en el número de préstamos activos.

Hasta marzo de este año, el sector en Nicaragua tenía solo 236,745 préstamos activos, inferior a los 245,300 hasta diciembre del año pasado. “El saldo promedio de crédito llegó a 1,059 dólares, el resultado más bajo en el país en los últimos dos años”, explica Redcamif en su informe.

Estragos acumulados

La contracción del sector es más severa si se compara con los saldos que se tenían hasta marzo del 2018, es decir un mes antes de que estallara la crisis política en Nicaragua, que afectó la confianza, aumentó el desempleo y frenó el dinamismo de todo el sector financiero nacional.

Hasta el primer trimestre de ese año, las microfinancieras tenían colocado 384.9 millones de dólares, desde entonces acumulan una reducción real de 134.2 millones de dólares. Es decir que es dinero que ya no está en manos de las actividades económicas nicaragüenses, situación que se agrava porque estas instituciones llegan a donde la banca está ausente.

En cuanto al número de préstamos, la cartera pasó de 345,900 a 236,700, una contracción absoluta de 109,200, equivalente a una caída de 31.57 por ciento.

El impacto de dos años de recesión y el comienzo de un año convulso, como es 2020, también ha alcanzado a la banca nacional, lo que refleja que la economía está funcionando sin liquidez.

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Mora da tregua, pero aún es alta

Un indicador que hasta marzo parece dar una señal positiva al sector, con riesgo a deteriorarse a medida que la pandemia haga estragos en la economía nicaragüense, es la cartera en riesgo mayor a treinta días.

Hasta marzo el 22 por ciento de la cartera de préstamo sufría un retraso de recuperación igual o mayor que treinta días. Es decir que al menos dos de cada diez créditos colocados sufrían problemas de pago puntual, lo que refleja una disminución de 1.4 puntos con respecto a la tasa acumulada hasta diciembre del año pasado. En términos anualizados, la tasa de la cartera en riesgo es nueve por ciento.

El comportamiento de la tasa de riesgo es muy superior al que se tenía en marzo del 2018 cuando ascendía a 5.1 por ciento.

“El índice de castigos a marzo 2020 fue de 0.4 por ciento, un resultado similar al primer trimestre de los años anteriores. El índice de cobertura de riesgo llegó a 67 por ciento, igual que el trimestre anterior, pero no deja de ser muy bajo para mantener una cobertura adecuada de la cartera en riesgo”, señala Redcamif en su reporte.

Son las instituciones de microfinanzas pequeñas las más golpeadas en este indicador, seguido de las medianas y las grandes. En estas últimas, el índice de riesgo asciende a 16.6 por ciento, cuando en marzo del 2018 era de apenas 3.9 por ciento.

En las entidades pequeñas la tasa asciende a 24.9 por ciento en el periodo de referencia, cuando antes de la crisis política en Nicaragua se ubicaba en 7.8 por ciento.

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Aún no recoge impacto completo de la pandemia

A nivel regional, Redcamif indica que “en años anteriores se ha observado que en el primer trimestre del año la cartera de créditos presenta un crecimiento muy bajo o nulo, lo cual es un comportamiento normal; sin embargo, este año dicho comportamiento ha empeorado debido a la crisis provocada por la pandemia Covid-19”.

Al respecto, aclara que “aunque estos indicadores todavía no reflejan el verdadero impacto de la crisis en términos de escala, alcance y calidad de cartera, algunas instituciones han exteriorizado que se empiezan a notar las afectaciones en las cifras a marzo 2020. El decrecimiento en la cartera de créditos y el deterioro de la calidad de la misma se debe en parte a que muchos micro y pequeños empresarios no pudieron continuar sus operaciones normales por las diferentes medidas adoptadas en los países de la región para afrontar la pandemia, entre ellas la cuarentena; todo ello tiene implicaciones en la capacidad de pago de los clientes del sector de microfinanzas”.

Cabe aclarar que en Nicaragua no se ha adoptado ninguna cuarentena y tampoco se ha aplicado una moratoria para los deudores hasta ahora.

La situación en la región

La cartera de créditos del sector de microfinanzas en Centroamérica cerró el primer trimestre con un saldo de 2,659 millones de dólares, reflejando una disminución trimestral del 1.5 por ciento.

El indicador cartera en riesgo mayor a 30 días alcanzó 9.2 por ciento superando por mucho las cifras registradas en trimestres anteriores.

En cuanto al alcance del sector, el comportamiento también fue negativo; el número de préstamos se redujo en 1.7 por ciento con respecto a diciembre 2019 y en 1.6% con relación a marzo 2019, llegando a una cifra de 1,625,099 préstamos a marzo 2020.

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