Conforme el nuevo coronavirus (Covid-19) gana terreno en el país, los hospitales literalmente cierra sus portones, forran la malla con zinc o ponen agujas con el fin de evitar que desde afuera alguien grabe el retiro de algún cuerpo o el drama familiar por la pérdida de un pariente por el virus. Esto ha sido constatado por LA PRENSA en el último recorrido en Managua.
En el Lenín Fonseca, ubicado al noroeste de la ciudad, se ha colocado zinc en todo el alrededor de la malla perimetral y solo se ha dejado visibilidad en sus portones de acceso. En el hospital Bautista, ubicado en el Distrito Uno, desde la semana pasada permanecen cerrados los dos portones y el vehículo que ingresa primero tiene que informar con los guardas de seguridad hacia dónde se dirige.
Mientras que en Sermesa, la calle que conduce a su morgue ahora permanece cerrada con una cadena cruzada y que funciona como aguja. Asimismo se ha instalado una caseta para que un vigilante permanezca, pendiente de las personas que se acercan a la zona.
Este cierre en los centros hospitalarios ocurre en un contexto de hermetismo por parte del Ministerio de Salud (Minsa) referente a la emergencia sanitaria que atraviesa el país por el Covid-19, declarado pandemia en marzo pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) .
En paralelo, las fueras del hospital Alemán Nicaragüense, donde se atienden los casos sospechosos y confirmados por Covid-19 y donde todos los días decenas de personas llegan a preguntar por parientes internados, permanecen vigiladas por civiles. El objetivo, es evitar reclamos de estos familiares y que medios de comunicación lleguen a tomar declaraciones y fotografías.