En el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) los 44 cargos de presidentes departamentales, así como los municipales y a nivel nacional serán seleccionados conforme la fidelidad al caudillo del partido Arnoldo Alemán y a su esposa María Fernanda Flores. El proceso conocido como el “dedazo” será aplicado a la presidenta nacional del PLC, María Haydée Osuna, para imponer a Miguel Rosales quien responde a los intereses del exmandatario.
Esa decisión la tomó una comisión especial nombrada por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que aprobó, el pasado lunes 25 de mayo, una resolución en la que invalidan el mandato de la convención nacional de julio del 2019, cuando las bases ordenaron que todos los cargos de los directivos a nivel nacional, incluidos los del CEN, fuesen renovados a través de elecciones o asambleas. La decisión no la sometieron a consideración de la Junta Directiva Nacional (JDN) ni a las bases, solo la notificarán en los próximos días, explicaron varios fuentes del partido.
Valmore Valladares, vicepresidente nacional de la comisión electoral del PLC, explicó a LA PRENSA, que esas decisiones del CEN violentan los estatutos del partido, y ha causado descontento entre las bases al punto que podría provocar una fractura interna así como “guerras” legales para impedir que se concreten el “dedazo”.
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Los fieles de Alemán-Flores decidirán
Los convencionales aprobaron prorrogar hasta marzo del 2020 a los directivos, mientras se cumplía el proceso de elección de los nuevos. Sin embargo, por la crisis de la pandemia del nuevo coronavirus Covid-19, las elecciones internas se suspendieron, lo que resultó conveniente para el grupo Alemán-Flores porque iban perdiendo en las asambleas.
Todos los actuales directivos nacionales, departamentales y municipales, así como el de la presidencia del PLC serán removidos, pero los que intocables son los que ocupan en la junta directiva nacional y el CEN; tales como María Fernanda Flores, Jamileth Bonilla, Martha McCoy, Silvio Américo Calderón y otros fieles arnoldistas, según el sector de los descontentos.
Miguel Rosales sería el gran ganador con este golpe a las bases, porque sin someterse a una votación sería el nuevo presidente nacional del PLC logrando sacar a Osuna, quien es una de las que lidera el bloque que promueve la renovación en el partido, según las fuentes liberales.
Esa comisión de arnoldistas pretenden concretar el golpe contra Osuna usando el hecho que ella no podría ser reelecta para un tercer período consecutivo, debido a que los estatutos solo permiten dos períodos. Pero de esa regla quedan exento el resto del CEN que se van a reelegir, según Valladares en base a los resuelto por los arnoldistas.
De acuerdo a Valladares y a documentos facilitados a este diario, la comisión especial la integran Flores, Bonilla, McCoy, Rosales, Calderón así como el expresidente Arnoldo Alemán, de tal forma que se otorgaron inmunidad, pero procederán a descabezar a las directivos que les estén estorbando. Y ese grupo se garantiza su autoreelección en la junta directiva nacional, el CEN, logrando de esta forma Alemán conserva el control del partido.
“La convención nacional mandó a suspender a todos los ejecutivos nacionales mediante asambleas, pero a la hora de rehacer el CEN con un mecanismo ilegal, solo quieren desechar a María Haydé Osuna del CEN. La mayoría en el partido no estamos de acuerdo con eso. O se van todos o se quedan todos hasta que se puedan las bases en elecciones democráticas elegir a los nuevos directivos nacionales”, reclamó Valladares.
Estatutos no contemplan comisión especial
Valladares refirió que “los estatutos del partido no contempla la creación de esa comisión especial, esa es una invención de un grupo. Aún estamos esperando que se notifique la resolución contra la que vamos a actuar, porque la mayoría de miembros rechazamos que se pretenda aprovechar la pandemia para imponer a personas”.
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Insistió el vicepresidente nacional de la comisión electoral del PLC que suspender el período de todas las directivas “sería una violación completo a lo mandando por los convencionales”, facultad que el CEN no tendría.
“Hay intereses particulares de mantener el control del partido, porque las bases quieren un cambio real dentro del PLC, pero un grupo solo quieren cambiar a la presidencia nacional, pero el resto del CEN no se toca. ¿De qué cambio hablamos entonces?”, cuestionó Valladares.
En la reunión del pasado lunes 25 de mayo, que fue virtual, Valladares presentó una contrapropuesta a la junta directiva nacional en suspender las asambleas, mientras la curva exponencial de los contagio del Covid-19 para evitar exponer a los miembros,
Valladares insistió en que la imposición de Rosales como presidente nacional y de los demás directivos nacionales, departamentales y municipales provocará el caos en el PLC. “Es latente una profunda división del PLC sino cabe actuar con sensatez democrática, porque la mayoría de las bases del partido irá en contra de las imposiciones”, afirmó.
Una notificación enviada por Silvio Américo Calderón a los presidentes departamentales fue facilitada a LA PRENSA, en donde se les avisó de que la secretaría nacional de actas del PLC lenviará “los acuerdos del CEN” del pasado lunes 25 de mayo, para que lo comuniquen a al resto de las estructuras.
Calderón en esa notificación oficializa la suspensión temporal de las elecciones internas, pero “a cambio de ellas, se va a programar por medio de secretaria de organización, reestructuraciones de las juntas directivas en todos los órganos territoriales del partido para llenar vacantes”.
“Y en aquello caso que existan presidente con dos periodos consecutivos, procede a su sustitución a lo interno de la Junta Diectiva correspondiente”, oficializó Calderón a los directivos departamentales el mecanismo que afecta a Osuna para favorecer a Rosales.
De esta forma los directivos fieles a Alemán y Flores buscan acabar con las voces que exigen una renovación interna y amenazan con arrebatarles el control del PLC, el que manejan conforme sus intereses políticos.