La cantidad de pacientes con síntomas respiratorios poco tradicionales y más parecidos a los síntomas de Covid-19 aumentaba en la clínica privada del doctor Adán Augusto Alonso Flores, reconocido médico internista de León. Atendía a tantos como podía, pero llegó un momento en que por seguridad decidió ponerse en cuarentena. Ahora, el médico presenta los síntomas de Covid-19 y lucha por recuperarse en la Unidad de Cuidados Intensivos de un centro privado.
El médico, con cuarenta años de carrera y reconocido por ser docente de generaciones y por su compromiso con sus pacientes, anunció mediante un Facebook Live que pese a que su clínica estaría cerrada, no dejaría sola a la población y daría consultas por WhatsApp de forma gratuita. Publicó su número y las consultas empezaron a multiplicarse: de 300 personas que llamaban y escribían, en una ocasión llegaron hasta las 1,500, cuenta su hija, también médica, Magda Alonso.
El 23 de mayo el mismo médico escribió en su muro de Facebook: “es increíble la cantidad de enfermos con clásico Covid-19 que recibo a diario. Tengo más de 300 pendientes de toda Nicaragua. Disculpen, hasta ahorita estoy comenzando los de ayer. A muchos les he recomendado hospital y a muchos más que vayan al Minsa a exigir su tratamiento”, expuso.
Dedicaba su día a atender a los cientos de nicaragüenses que escribían para contarle cómo se sentían en búsqueda de una respuesta ante sus dolencias. Las 24 horas del día no eran suficientes, llegaba a la una, dos de la madrugada respondiendo a los pacientes, cuenta su hija; el acto era altruismo puro, pero a la vez afectaba su salud, mermando su energía, cansándolo.
Batallando
Su hija cuenta que en el día 10 de la enfermedad, su papá se agravó, decidieron ingresarlo a un hospital este jueves 28 de mayo. A él le realizaron la prueba de Covid-19, pero todavía no le han entregado los resultados. Sin embargo, “tiene el diagnóstico por clínica y todos los exámenes de laboratorio y radiografía coinciden con Covid-19”, expresó. Él atendió a varios pacientes provenientes de Chinandega y León, siendo el primero uno de los lugares con más contagios de Covid-19.
El 19 de mayo, el médico escribió en su muro de Facebook que había diagnosticado muchas neumonías típicas del coronavirus y muchos sintomáticos sospechosos. “(…) Por tanto, y considerando que debo ya tener mucha carga viral, por seguridad mía y de mis pacientes, me meto en autocuarentena preventivamente. Reiniciaré el 2 de junio. La clínica permanerá cerrada, brindaré consultas gratis”, anunció.
Él, ahora, “se encuentra delicado, aún en cuidados intensivos, mejorando poco a poco”, cuenta su hija, quien ha agradecido a través de su cuenta de Twitter los mensajes que le han enviado decenas de personas que oran por la recuperación de su padre.
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Su hija relata que el médico es una persona muy querida, y ahora que su familia enfrenta esta situación difícil, asegura que la mejor forma de hacerlo es estar unidos. Todos sus hijos están con él y él lo sabe. Aunque no lo puedan ver por estar en UCI, su padre sabe que todos están orando por su pronta recuperación, dijo.
Ella junto a su tía María Eugenia Alonso también atienden pacientes por medio de WhatsApp. Es su forma de ayudar en momentos en los que los nicaragüenses no confían en el sistema sanitario, que está en riesgo de colapsar ante la pandemia de Covid-19, y que los médicos están en la primera línea de riesgo de contagios.