El epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Púbica de Suecia, doctor Anders Tegnell, admitió este miércoles que el modelo sueco para enfrentar la pandemia ha tenido fallos y que el país debió haber tomado más medidas desde el principio del Covid-19. Este modelo, habría sido la “inspiración” de la política orteguista frente al Covid 19, según el Libro Blanco que publicó la semana pasada el régimen, que se ha ufanado de ser ejemplo de un país en desarrollo que no paraliza su economía, pese al alto costo de muertes y contagios.
“Si nos enfrentásemos a la misma enfermedad sabiendo lo que sabemos hoy, creo que acabaríamos haciendo algo a medio camino entre lo que Suecia hizo y lo que hizo el resto del mundo”, señaló Tegnell en una entrevista a la emisora pública Radio de Suecia, según publicaciones de medios internacionales.
El modelo sueco ha sido criticado por haber mantenido bares y escuelas abiertas, haber confiado en el civismo de su población, y evitar el confinamiento, como lo hicieron sus países vecinos. Algo similar, pero más arbitrario, es lo que está pasando en Nicaragua. Sin respaldo científico, ni la capacidad técnica en el sistema de salud, ni transparencia en la información, el segundo país más pobre del hemisferio, decidió seguir los pasos del país escandinavo, que después de acumular 4,542 muertes y más de 40 mil contagiados, reconoce que su estrategia no es del todo acertada.
En el Libro Blanco sobre la pandemia que el régimen orteguista publicó el lunes 25 se lee que “Nicaragua y Suecia representan alternativas al “lockdown” -cierre de emergencia- total en un país en desarrollo y un país desarrollado, respectivamente”. Esta aseveración ahora no sería del todo respaldada por la realidad sueca.
El epidemiólogo sueco considera que “claramente hay un margen de mejora en lo que hemos hecho en Suecia”, expresó. “Suecia es uno de los pocos países que fue cerrando más y más, el resto empezó con mucho a la vez. El problema es que no se sabe qué medidas tienen más efecto, probablemente lo sabremos cuando empecemos a levantarlas”, agregó el especialista y quien ha estado detrás de la cuestionada estrategia en el país escandinavo.
En Suecia se tomaron algunas medidas de prevención, como prohibir las reuniones de más de 50 personas y las visitas a los asilos; en Nicaragua, el país que asegura seguir ese modelo, se siguen desarrollando actividades con negligencia.
El país reporta 1,118 casos de Covid-19 y 46 muertes; cifras a las que llegó durante el mes de mayo, cuando inició el ascenso de la curva. Los epidemiólogos independientes señalan que existe un subregistro, lo que significa que estos números oficiales siguen lejos de la realidad que se observa en los hospitales.
El medio Infobae cita a la publicación científica en línea Ourworldindata.com, que determina que el número de muertes de Covid-19 per cápita en Suecia fue el más alto del mundo en un promedio de siete días consecutivos hasta el 2 de junio.
“Las autoridades suecas, incluido Tegnell, han ofrecido disculpas por no proteger a los ancianos y los residentes de hogares”, publicó la agencia AP. Mientras que el primer ministro Stefan Lofven dijo que investigarían la gestión de la crisis antes del verano.
Modelo tampoco cuidó la economía
Daniel Ortega defiende que la economía no se puede detener en Nicaragua, a la vez ha politizado la emergencia sanitaria, aduciendo que los que buscan que la población se resguarde son grupos opositores, cuando la misma Organización Mundial de la Salud ha dicho que el distanciamiento social es una de las medidas claves para detener la propagación del nuevo coronavirus.
Sin embargo, el modelo sueco, que ellos han implementado en el país, tampoco ha podido proteger la economía. Infobae expone que la ministra de Finanzas, Magdalena Andersson, había advertido que Suecia se enfrentaba a su peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, con un PIB que se desplomará un 7 por ciento en 2020, aproximadamente tanto como el resto de la Unión Europea.
Mientras que AP señala que más de 76 mil personas perdieron su empleo, y se prevé que la desocupación aumente.