La dictadura Ortega-Murillo continúa despidiendo a especialistas de salud, y este miércoles ordenó la salida del doctor Gustavo Méndez Berríos, oncólogo pediátrico, del Hospital La Mascota; y de la doctora Nubia Olivares, anestesióloga especialista en medicina del dolor y cuidados paliativos, del hospital Solidaridad. Ambos especialistas plasmaron su desacuerdo por no haber una causa justa en sus cartas de despido.
El doctor Méndez Berríos regresaba hoy de sus vacaciones cuando se llevó la sorpresa de que le esperaban con su carta de despido. “Solo me dijeron que eran órdenes superiores”, declaró a LA PRENSA el galeno.
Por su parte, la doctora Olivares en entrevista con LA PRENSA rechazó esta acción del régimen y la calificó como un atropello a la ética profesional del gremio médico, además de exponer al peligro a los pacientes. Ella era la única de su especialidad con la que contaba el hospital Solidaridad. Además era parte del programa oncológico del manejo de dolor y cuidados paliativos de pacientes con cáncer; también trabajaba con doctores neurocirujanos, ortopedistas y cirujano general para tratar el dolor de los pacientes.
“Yo era la única que resolvía esos problemas en el hospital. Pero lo más grave es que teníamos un programa con una psicóloga que ayudábamos a morir a los pacientes con Covid. ¿Cómo correr a uno de cuidados paliativos cuando es el momento crucial de ayudarle al paciente en sus últimos días de vida?”, cuestionó la doctora Olivares, quien laboró por 10 años en dicho hospital.
Niños con cáncer afectados
El área de hemato-oncología pediátrica del Hospital La Mascota, de referencia nacional para niños y adolescentes con cáncer, quedaría solo con dos especialistas, según confirmó una fuente médica a LA PRENSA. La salida del doctor Méndez se une a la del doctor Enrique Ocampo, también oncólogo pediátrico, quien este martes también fue despedido -junto a otro grupo de al menos 10 médicos- por el régimen.
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Lo que le llama la atención al oncólogo es que, al momento de preguntar por su liquidación la encargada de recursos humanos le contestó que sería demorado porque “no hay dinero para presupuesto”. “Yo creo que tras bambalina, todo esos despidos es que ya no tienen dinero para pagar planilla y van a seguir despidiendo a gente”, consideró el doctor.
Aunque afirmó que no está de acuerdo a las políticas del régimen y el Ministerio de Salud, Minsa, “el tsunami que yo veo venir es que en determinado momento no van a tener dinero para el presupuesto y aquí el mayor empleador se llama gobierno, eso implica los despidos masivos”.
Otra fuente médica señaló que efectivamente la salida de un especialista de un hospital público repercute en los pacientes porque el personal médico queda con sobrecarga laboral. A diario, un doctor del área de oncología del Hospital La Mascota atiende entre 10 a 12 pacientes; antes de la pandemia eran unos 18 pacientes, agregó la fuente.
La parte médica lamentó la situación en que queda el área de oncología del Hospital La Mascota, porque los pacientes son los principales afectados, quienes son de escasos recursos y estos vienen de diferentes partes del país. “Van a sobrecargar de trabajo a estas dos doctoras y van a terminar agotadas”, declaró la fuente, que agregó que esta situación incidiría en la calidad de atención.
El doctor Méndez Berríos señaló que antes de que se diera la pandemia, el hospital La Mascota registraba un índice de diagnóstico por año era entre 350 y 400 pacientes. Aparte del seguimiento que se le brinda a los pacientes que están fuera de terapia y vigilancia.
En otros hospitales
Por su lado, la anestesióloga María Nela Escoto López, quien laboró por 24 años en el Hospital Lenín Fonseca, compartió que desde hace 15 días, las personas que tenían programada una cirugía no están atendiendo al llamado por “miedo a contagiarse”. El despido de la doctora Escoto deja al área de anestesia con 7 especialistas.
“He oído decir que llaman a los pacientes para decirles que llegó su turno quirúrgico y que lleguen a operarse, es una forma de presionar a los pacientes, (porque) la cirugía programada no se ha omitido en ningún momento”, manifestó la anestesióloga, que aunque reconoció que las operaciones han disminuido, hay un aumento de trabajo porque mucho personal médico está contagiado de Covid-19 y se encuentra en su casa.
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Según sus cálculos, el 50 por ciento del equipo de quirófano se han contagiado, y que el 30 por ciento han pasado enfermos en su casa. Por ejemplo, de cinco técnicos de anestesia, tres actualmente están afectados. Mientras que el 40 por ciento del personal técnico quirúrgico, también se encuentran enfermos.
El equipo de radiología de ese mismo hospital quedó con cinco especialistas, al perder a la doctora Linda Barba, despedida este martes. En cuanto al personal de cirujanos, hay un total de nueve, quienes se distribuyen en las áreas de consulta externa, quirófano, hospitalización y emergencia, según fuentes médicas.
El doctor Fernando Rojas, anestesiólogo del Hospital Bertha Calderón, coincidió con la doctora Escoto y aseguró que las pacientes no están llegando por miedo a contagio, pero reconoció que actualmente la carga laboral está en el área de emergencia en esa unidad de salud.
Con el despido del doctor, el hospital quedaría con cuatro anestesiólogo. Hace unos seis años, gozaba de siete especialistas.
“El estrés laboral es intenso”, compartió el doctor, quien afirmó que hay mucho personal contagiado por la falta de protección. “Médicos han sido afectados pero todo es en secreto”, dijo.
Según compartió el médico, el hospital desde hace tres semanas empezó a tomar medidas dando mascarillas, pero solo cuatro en total. “La institución no da y si lo da, lo da contado”.
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