En Nicaragua, el Ministerio de Salud (Minsa) no permite que a un médico con síntomas leves de la enfermedad Covid-19 se le aplique la prueba para confirmar un contagio de SARS-CoV-2. Hasta que el profesional de la salud presenta síntomas más graves es que se le practica, explicó la anestesióloga María Nela Escoto López, quien trabajaba hasta este lunes 8 de junio en el Hospital Antonio Lenín Fonseca y fue despedida por denunciar la falta de equipo de protección del personal sanitario y cuestionar el manejo de la pandemia por parte de las autoridades.
A mediados de abril, en ese hospital capitalino, aplicaron pruebas moleculares a 12 personas, entre médicos y enfermeras, que atendían la sala de emergencias. Esto se hizo después que habían asistido a pacientes con Covid-19 sin protección. De este grupo, siete resultaron casos positivos o indeterminados. Les dieron tratamiento y reposo por 14 días.
La médica Escoto López explica que cuando empezaron a atender los primeros casos sospechosos de Covid-19, ingresaron pacientes con padecimientos coronarios y correspondiente a medicina interna.
Al ver que estaban graves y además tenían síntomas parecidos al Covid, se mandó a hacer pruebas y resultaron positivas.
“Esto entonces dio paso a que con la exposición que tuvieron todo este personal médico, recibieron carga viral y se enfermaron”, expresó.
Solo en quirófano se han enfermado técnicos quirúrgicos, técnicos de anestesia, médicos, todos ellos han ido a su clínicas previsionales, les dan el tratamiento y los envían a casas, pero no les brindan el diagnóstico de Covid y tampoco les hacen la prueba.
“Por ejemplo, (hospitales) en el Lenín y el Manolo Morales, porque mis colegas me lo han contado, y una de ellas ha andado con síntomas, llegó al área de respiratorio y todo, y no le hicieron la prueba, se la negaron. Le dijeron que tenía que estar ingresada un día para poder hacer la prueba si lo autorizaba la subdirectora”, expresó la médica.
El problema de la prueba
Médicos independientes en el país han expuesto que uno de los problemas a los que se enfrentan en medio de esta pandemia son las pruebas.
Pese a repetidas demandas de varios sectores de la sociedad civil y médica-científica de que liberaran las pruebas moleculares, el Minsa ha mantenido el control absoluto de estas, sin reportar cómo las administra, el criterio que utiliza para aplicarlas y cuántas ha realizado.
La otorrinolaringóloga Leonor Morín Muñoz, quien integra la decena de especialistas despedidos este lunes, en represalia por pensar diferente, explicó que en el Policlínico Francisco Morazán, en Managua, que responde a una atención primaria en salud, en muchos de los posibles casos Covid no les hicieron la prueba, sino que les dan el tratamiento y no les dicen que son sospechosos, los atienden como neumonía atípica, problemas respiratorios, pero sin establecer que es Covid.
Sin embargo, aclaró que si hay un seguimiento del personal de salud a esta población, que los visita en sus casas para ver su evolución.
“Si estos médicos —en referencia al Policlínico— sospechan que el caso es un Covid, ellos piden permiso al Silais-Managua para que este autorice hacer la prueba de Covid y les pidieron ese permiso y el Silais dijo ‘trátenlo como neumonía atípica’ (…). A ciencia cierta nosotros no sabemos a cuánta gente se la han hecho (la prueba) y tampoco sabemos los resultados, porque con el Minsa da los números según ellos dicen, pero nosotros estamos claros que hay muchas más personas y que no se están haciendo las pruebas”, explicó la especialista Morín.
La excepción de Nicaragua
En todo el mundo el personal de salud ha sido el más vulnerable ante los contagios de Covid-19. El planeta les ha llamado héroes, no solo por cumplir su labor, sino hasta por ofrendar su vida salvando la de otros.
En otros países al personal sanitario se le ha practicado las pruebas de Covid-19, incluso sin presentar síntomas, porque es parte de los controles epidemiológicos. En Nicaragua los especialistas recomendaron que era necesario aplicar pruebas de forma masiva para frenar los contagios. Sin embargo no se hizo nada.
La negligencia del régimen orteguista no ha dejado por fuera a los médicos, quienes además de trabajar sin equipos de protección sufren de que las pruebas no se las apliquen sin inconvenientes, a como debería de ser.
Les dijeron que los médicos “alarmaban”
La médica Escoto relata que a una colega, quien pasó muy mal con los síntomas, quiso hacerse la prueba, pero le dijeron que no, que los “médicos mucho alarmamos”, debido a que previamente se había conocido del grupo de profesionales en el Lenín Fonseca que más de la mitad había salido afectado a mediados de abril.
En ese mismo centro hospitalario, entre médicos residentes y especialistas, ella contabiliza que alrededor de sesenta personas se han contagiado. No han ocurrido decesos. También se han contagiado guardas de seguridad y personal de limpieza.
Antes que la despidieran de forma arbitraria, conocía del caso de un guarda de seguridad que estaba intubado “gravísimo” y había otro médico, pero no sabe qué pasó con su desarrollo de la enfermedad, expresó.
La protección con la que contaban era porque ellos mismos habían comprado los equipos o eran beneficiados con las donaciones que les llegaban, casi de forma clandestina, ya que el ambiente era muy hostil.
Explicó que los profesionales que están protegidos son los que se encuentran en la sala Covid, pero los que atienden emergencias, no.
En promedio diario, de 15 a 20 pacientes sospechosos de Covid-19 llegan al Hospital Lenín Fonseca. Estos se encuentran en condiciones moderada o grave, a ellos les hacen la prueba, cuya muestra se toma el día del ingreso y el resultado se conoce al día siguiente.
Los ingresan y pasan, algunos, por 24 horas. Otros, en estado grave los trasladan al Hospital Alemán Nicaragüense, destinado para la emergencia sanitaria, explicó la anestesióloga. El promedio de muerte del mes pasado por día era de cinco pacientes de la sala Covid-19, que se distingue porque los ponen en bolsas negras y fumigan. En esta sala hay solo cuatro ventiladores, dijo.
Capacitaciones
Aunque se creería que al enfrentar una pandemia lo más lógico es que hubiese una reunión o una asamblea para explicar las directrices en los distintos niveles de salud, eso exactamente no pasó. La doctora Morín explica que sí hubo una reunión con los médicos generales, que normalmente atienden las emergencias, y les explicaron el esquema del tratamiento para los pacientes y una capacitación.