Dos médicos al parecer simpatizantes de la dictadura, han presentado ante la Fiscalía General una denuncia contra la Asociación Médica Nicaragüense (AMN), por supuestos delitos de “lesiones psicológicas y daños morales”.
Según la denuncia de marras, la AMN habría publicado una lista de médicos fallecidos a causa de la pandemia del coronavirus, en la que se incluyeron los nombres de los dos denunciantes quienes alegan que eso les ha causado daños morales y psicológicos.
Sin embargo, la AMN aclaró que no ha publicado tal lista de médicos muertos por la pandemia, que al parecer fue una publicación falsa hecha y divulgada deliberadamente por personas interesadas en poner a la organización de médicos independientes como mentirosa, o causarle un daño mayor, como ahora se está viendo con la denuncia ante la Fiscalía.
En realidad, se trata a todas luces de una represión contra los médicos independientes, por la campaña humanitaria de información y orientación a las personas sobre cómo cuidarse para prevenir el contagio del Covid-19, de qué manera atenderse en el caso de ser contagiados, cómo se puede y debe asistir en casa a los familiares enfermos y muchas otras recomendaciones de máxima importancia y utilidad.
En el curso de esa campaña humanitaria los médicos necesariamente han debido criticar al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, por su actitud cuando menos displicente y negligente ante la pandemia del coronavirus, sobre todo por no cumplir las recomendaciones de los organismos internacionales de la salud de establecer cuarentenas, evitar aglomeraciones públicas y promover el uso de mascarillas y el distanciamiento social.
Por esa campaña y particularmente por el llamado que hicieron a la población a establecer cuarentenas voluntarias, la AMN y demás organizaciones de profesionales de la medicina, se pusieron en la mira de odio del régimen, para el cual todo lo que se haga y promueva contra su voluntad en relación con la pandemia, es considerado una acción política para socavarlo y tratar de sacarlo del poder.
De allí que antes de que la AMN fuese acusada legalmente, la dictadura despidió a numerosos profesionales de la medicina del sistema público de salud, y desató una campaña mediática para desacreditarlos, acusándolos de ser “políticos de gabacha” y golpistas, como llama a todas las personas a las que por cualquier motivo quiere reprimir.
Como ciudadanos, los médicos tienen derecho humano y constitucional de participar en la política, si así lo desean y deciden (igual que los abogados, los ingenieros y las personas pertenecientes a todas las ramas y gremios profesionales); como lo hacen los médicos orteguistas que sí son “políticos de gabacha” que han politizado su ejercicio profesional y la asistencia hospitalaria. Pero en el caso de los médicos de la AMN, lo cierto es que ellos han sido y son completamente ajenos a la política.
La represión contra los médicos independientes no es porque sean “políticos de gabacha”, sino porque han puesto en evidencia la incapacidad del régimen ante la pandemia y porque con su trabajo abnegado han salvado y siguen salvando muchas vidas humanas.