Un día los tramos donde se ofrece ropa, electrodomésticos, zapatos y bisutería en el mercado Iván Montenegro están todos abiertos. Al otro solo unos cuantos. La poca clientela que los está visitando desmotiva a los vendedores, quienes prefieren quedarse en casa, resguardándose del Covid-19, pero también los ha motivado a buscar medidas para sobrevivir.
Los marchantes, dicen, que cuando deciden no abrir sus locales, dejan rótulos con su número de celular. “Atendemos en línea, haga sus consultas”, se lee en un negocio donde se ofrece artículos para el hogar. “Abrimos viernes, sábado y domingo, haga su cita”, dice un segundo aviso, ubicado en un salón de belleza.
Lea además: La decisión de dejar el Oriental ante casos de Covid no fue fácil para Olga Álvarez
En un tramo donde venden ropa por mayor, cuelga uno muy grande: “Por tu salud y la nuestra, estamos vendiendo solo a través de las redes sociales, nos puedes buscar como…”.
Quienes se la llegan a rebuscar, dicen que ni con baja competencia logran sacar la mercadería. Culpan a las autoridades del Gobierno de estarlos llevando al precipicio.
Negocios solo con una persona
Otra de las medidas empleadas para poder seguir abiertos es quedarse sin personal, son los mismos dueños los que se encargan de atender sus negocios
“Estamos claros que a nivel mundial estamos jodidos económicamente, pero aquí estamos el doble de mal porque no se ha sabido manejar la pandemia, además desde antes, ya teníamos una crisis que por capricho de dos locos perjudica a los más pobres”, dice una comerciante, quien omite su nombre por temor a represalia. Ella no tiene colaboradores, antes empleaba a dos.
“No tenía para pagarles, me da pesar porque eran chavalos jóvenes, pilas puestas y cabezas de hogar, pero lo que es se dice, aquí solo venimos a exponernos, porque no estamos vendiendo nada, locos vamos a acabar, sin saber cómo resolver tantas deudas y todos estamos en la misma, solo una persona que somos los dueños, estamos atendiendo”, manifiesta.
Otra comerciante del centro de compras se quejó que los cobros de arriendo de parte de la Corporación Municipal de Mercados de Managua (Commema) siempre están al día, pero las autoridades muy poco hacen por promover medidas de higiene o campañas preventivas que llenen de seguridad a los pobladores.
Debido al desempleo que también ha desatado la pandemia, cada vez son más pobladores los que llegan a los mercados a ofrecer distintos tipos de producto.
“Hay más vendedores que compradores, necesitamos una alternativa urgente para salir de esta dura situación que estamos atravesando”, dice Jorge Vargas, vendedor.