Las lluvias se empezarán a sentir con mayor fuerza desde el próximo domingo debido al paso de la onda tropical número 7, que se espera ingrese al país la madrugada de este sábado por el Caribe, explicó el agrometeorólogo del Centro Humboldt, Agustín Moreira.
Se espera que este viernes se mantenga parcialmente soleado en el pacífico, en especial, en Managua, con temperatura de 33 grados centígrados y sensación térmica de 35 a 36 grados. El sábado estará parcialmente nublado, con apenas un 40 por ciento de probabilidades de lluvias, y hasta pasado las 10:00 p.m. de ese día se podrán percibir los efectos de la onda tropical.
Moreira explica que las ondas tropicales anteriores, en especial la número seis, no dejó las precipitaciones esperadas en su tránsito por el país, ya que hubo afectación por la presencia del polvo del Sahara, que es aire seco que inhibe el desarrollo de estas ondas en la atmósfera superior, y por ende, la lluvia es escasa.
Asimismo se espera que el ingreso de la onda tropical número 8 durante este martes dejé mayor cantidad de lluvia que pueda mantenerse el miércoles y los siguientes días.
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“Vamos a tener bastante lluvias la próxima semana, pero estarán condicionadas en relación a la circulación de los vientos, como también la intensidad que tengan estas ondas tropicales, pero si, las posibilidades están bien altas, entre un 70 a un 90 por ciento de probabilidad de lluvias, y en algunas ocasiones con tormentas eléctricas”, expresó el experto.
A la vez mencionó que las precipitaciones se esperan que sean más intensas en el Caribe nicaragüense, donde se han reportado inundaciones de calles y desbordamientos de cauces en Bilwi (Puerto Cabezas), según reportes de Centro Humboldt.
En lo que va de la estación lluviosa se han reportado días con acumulados importantes. Según las precipitaciones registradas por la organización ambiental el 30 de mayo, Rivas acumuló 38 milímetros, el Caribe Sur, 20 milímetros y Managua 17.03 milímetros. En el caso del occidente del país en muchos de los territorios se ha superado la norma histórica, explicó Moreira.
Sin embargo, esta acumulación de lluvias no se ve del todo reflejada en la recuperación de los acuíferos, que no solo dependen de la cantidad de agua que cae, sino de las condiciones que garantizan la conservación de esta. El despale sigue siendo uno de los problemas claves para mantener los diferentes ríos, lagos, lagunas, muchos de ellos, reducidos a hilos de agua o bien, a que desaparezcan en la temporada seca.