En 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual recoge 17 objetivos y 169 metas enfocadas a erradicar la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad e injusticia y combatir el cambio climático. Esta declaración, adoptada en el seno de la mayor organización internacional y que implicó el compromiso de sus países miembros y reclama de manera particular esfuerzos e involucramiento de todos los sectores.
Hoy la humanidad entera se ve amenazada por el Covid-19 y esta situación pone en riesgo la capacidad que tenemos como humanidad para cumplir con los ODS en el 2030; lo que significa que la situación económica, social y ambiental del mundo en términos generales está en riesgo no solo de estancarse si no de empeorar, y borrar en unos meses los avances que alguna vez se tuvieron.
Nicaragua tiene varios desafíos frente a los ODS, que van más allá del objetivo 3 de salud y bienestar. Las brechas con respecto al desarrollo de tecnologías e innovación, afectan la capacidad que tienen las personas de estudiar, hacer teletrabajo y seguir produciendo en tiempos de cuarentena, por lo que los Objetivos 1 fin de la pobreza, 2 hambre cero, 4 educación de calidad y 10 de reducción de desigualdades se ven afectados, pues si bien el virus es igual para todos, las condiciones que se tienen para enfrentarlo son muy diferentes, dependiendo del estrato económico al que se pertenezca o a su condición de empleo.
Tendencias que marcarán los ODS
El desarrollo de la tecnología y soluciones innovadoras han sido clave en el mundo, ya que puede contribuir significativamente ante las crisis y lo vemos reflejado en el objetivo 9 de industria innovación e infraestructuras, se ha convertido en herramientas de resiliencia social para enfrentar esta pandemia, y sin duda será determinante al plantear la nueva normalidad en el mundo post Covid-19.
Pero sobre todo la importancia de trabajar de forma colaborativa como nos insta el objetivo de 17 de trabajar en alianzas entre diferentes sectores, no solo en la contención y mitigación de la pandemia, sino en atender los procesos de reconstrucción y rehabilitación con una perspectiva de mediano plazo, enfocada no en apagar incendios, sino en construir, usando datos y evidencia.
Este contexto nos deja en evidencia la necesidad de adaptarnos y construir una sociedad que avance más rápido hacia un crecimiento incluyente, sostenible, y consecuentemente hacia una sociedad más resiliente.
La autora es MsC, directora de la empresa consultora Disruptivas.