Cuando estás en la cima todos apuntas sus flechas hacia vos y cuando usas la camisa del Real Madrid cualquier duda en un fallo se convierte en polémicas y la bola de nieve se hace avalancha. Así se podría resumir el encuentro de la tropa de Zidane contra la Real Sociedad en Anoeta. Nadie pensó que sería un partido fácil. Sin muchos cañones en la primera parte más allá de la penetración de Vinicius al principio y Benzema al 33′. Todo sucedió en el segundo acto: los goles, las polémicas, el sufrimientos y el grito de alivio final. El Madrid se subió al trono tras vencer 1-2 a la Real Sociedad, empató en puntos (65) al Barcelona pero se coloca la corona momentánea por tener un mejor gol average.
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Para ser un duelo en el cual uno buscaba la cima y otro asegurar puestos de Champions League faltó más ambición desde el comienzo. Zidane golpeó la mesa nuevamente con los cambios. Para ser un partido clave y el más exigente se creía que saldría con el once de gala, pero no. Hazard y Modric al banco y James y Vinicius tomaron sus lugares. Finalmente, el brasileño hizo la diferencia. Aunque todavía le falta la erupción final contra el marco rival propició el penalti del primer gol. Minuto 47 y Vinicius superó a Gorosabel y a Llorente, pero cuando iba a ser el disparo fue ligeramente tocado por Llorente, el balón salió desviado. Así fue como se decretó la pena máxima porque según el colegial ese roce provocó la pifia del delantero. Ramos se encargó de cobrar la sentencia de manera magistral.
Ramos no duró mucho. Terminó lesionado al chocar su rodilla con Isak. Le respuesta de la Real Sociedad fue con el recién ingresado Januzaj. Un disparo de larga distancia, rasante y con mucho veneno batió a Courtois. Bien pudo ser un gol legítimo y se decretaba el empate, pero el árbitro ayudándose del VAR decretó que Mikel Merino, quien estaba en posición prohibida y no participó en la jugada, interfirió nublándole la visión al arquero merengue. El Madrid parecía haber sentenciado el juego con el gol de Benzema al 69′. El francés recibió el esférico con el hombro, dio pasos hacia atrás y terminó confundiendo a Remiro, arquero. Otra vez se detuvo el duelo, pero el VAR le dio la razón a los blancos.
El descuento llegó a siete minutos del final con un disparo de Merino de derecha. Carvajal no pudo despejar al saltar junto a William José y Merino expulsó toda su irá sobre Courtois. Los minutos finales se jugaron con un Madrid sufriendo, con el corazón en los dientes y los nervios de puntas. No se llega a la cima sin resistir y tragar saliva. A este Madrid aún las flechas no le tocan.